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Más de 300 personas murieron en julio por desastres relacionados con el clima en Japón.
Primero cayó una lluvia récord. Las autoridades de desastres dijeron que al menos 220 personas murieron a principios de mes por las graves inundaciones y desprendimientos de tierra en el oeste de Japón, y que nueve más siguen desaparecidas o presuntamente muertas.
Eso fue seguido por temperaturas récord de 40°C, cobrando la vida de 116 personas.
Conoce más: ¿Por qué han muerto tantos por inundaciones en Japón?
El costo fue alto, incluso para un país propenso a terremotos, erupciones volcánicas y tifones. Una de las naciones más ricas del mundo, ha utilizado su destreza tecnológica para construir defensas sustanciales contra los desastres naturales.
Los ríos están bordeados por altos muros y terraplenes hechos por el hombre para evitar que se desborden. Los rascacielos, construidos sobre sistemas de absorción de impactos, están diseñados para balancearse en un terremoto en lugar de derrumbarse. Sin embargo, un desastre enorme es capaz de derrumbar esas defensas.
El oeste de Japón vio precipitaciones históricas al final de la primera semana de julio. El aire cálido y húmedo del Océano Pacífico intensificó un frente de lluvia estacional, provocando lluvias torrenciales, dijo la Agencia Meteorológica de Japón. El número de muertos fue el más grande desde una gran tormenta en 1982, según el sitio web Nippon.com.
Aproximadamente la mitad de las víctimas se encontraban en la prefectura de Hiroshima, donde las más de 100 muertes superaron a las 77 muertes por deslizamientos de tierra en el mismo estado en 2014. También fue muy afectada la prefectura de Okayama, donde se derrumbó un dique en la ciudad de Kurashiki, sumergiendo vecindarios con casas de solo un nivel.
Más de 70,000 soldados y trabajadores de emergencia fueron enviados para distribuir suministros y cavar entre los escombros para buscar a los desaparecidos. Recientemente, más de 10,000 personas permanecían en centros de evacuación, sin poder regresar a sus hogares.
Los trabajadores y voluntarios que descendieron a la región para ayudar a limpiar y reconstruir pronto enfrentaron otro riesgo: insolación.
La cifra de personas llevadas al hospital en ambulancia con síntomas de insolación más que se triplicó a casi 10,000 en la segunda semana de julio y superó los 22,000 en la tercera semana antes de volver a una cifra aún alta de 13,700, dijo la Agencia de Administración de Incendios y Desastres.
La temperatura alcanzó los 41.1°C el 23 de julio en Kumagaya, una ciudad a unos 65 kilómetros al noroeste de Tokio, la más alta jamás registrada en Japón. Y unos 39°C el mismo día en el centro de Tokio.
Dos sistemas persistentes de alta presión atraparon el aire cálido y húmedo sobre la región, causando temperaturas récord durante aproximadamente dos semanas.
La ardiente ola de calor también se apoderó de la vecina Corea del Sur, donde 26 personas murieron por causas relacionadas con el calor en julio, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Corea.
Muchas de las víctimas en Japón eran personas mayores que no usaban aire acondicionado. Las autoridades y los medios informativos instaron reiteradamente a las personas a permanecer en casa y encender el aire acondicionado. Un estudiante de primer grado murió en una excursión escolar a un parque.
El calor récord volvió a encender un debate a fuego lento sobre cómo los atletas y los espectadores estarán en los Juegos Olímpicos de verano en Tokio en 2020. Los organizadores prometieron una serie de medidas para combatir el calor, por ejemplo, que las carreras inicien temprano por la mañana.
Este texto fue escrito por AP y apareció originalmente en Bloomberg, puedes encontrar el original aquí. |
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