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En un esfuerzo por informar mejor a los consumidores sobre su huella ambiental, Dinamarca quiere empezar a etiquetar los alimentos con pegatinas que indiquen el impacto del producto, informó la agencia de noticias The Local.
“Queremos dar a los consumidores los medios para evaluar en los supermercados el impacto ambiental de los productos”, ha dicho el Ministro de Medio Ambiente, Lars Christian Lilleholt.
La iniciativa es parte de una propuesta que será presentada al gobierno. Si bien el Consejo Danés de Agricultura y Alimentación (DAFC), un grupo de interés comercial, acogió con satisfacción la propuesta, subrayó que el valor nutricional no debe olvidarse junto con el impacto medioambiental.
“Podría ser necesario sopesar el impacto medioambiental y el valor nutritivo del producto. Una botella de soda puede tener un bajo impacto ambiental, pero no es un producto del que se pueda vivir”, dijo el director de DAFC, Morten Høyer.
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El plan de etiquetado, que incluirá una colección de supermercados, también incluirá una campaña para ayudar a los consumidores a seleccionar mejor los productos respetuosos con el medio ambiente.
“Mi impresión es que existe una demanda de conocimiento sobre cómo los consumidores individuales pueden contribuir a mejorar el clima mundial”, indicó Lilleholt.
Dinamarca, signataria del Acuerdo de París, se encuentra entre los 20 primeros países en el Índice de Desempeño del Cambio Climático mundial 2018, que evalúa los esfuerzos para combatir el cambio climático.
La propuesta de Dinamarca sobre la etiqueta de los alimentos es el resultado de un informe histórico de la ONU publicado recientemente, que advirtió que el mundo tiene unos 12 años para evitar una catástrofe climática al ritmo actual de las emisiones de gases de efecto invernadero.
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El cultivo y el transporte de alimentos se encuentran entre los mayores contribuyentes a las emisiones de gases de efecto invernadero en muchos países desarrollados.
Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) de 2011, la huella de carbono anual de los alimentos desperdiciados representa por sí sola alrededor del 8% de todas las emisiones mundiales.
Este texto apareció originalmente en PRESSDIGITAL, puedes encontrar el original aquí.
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