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Un reciente estudio señala que en promedio una persona podría ingerir aproximadamente 5 gramos de plástico cada semana, el equivalente al peso de una tarjeta de crédito. Cinco gramos suena una locura. ¿Cómo calculamos esto?
El análisis “Naturaleza sin plástico: evaluación de la ingestión humana de plásticos presentes en la naturaleza”, elaborado por Dalberg, basado en un estudio solicitado por WWF y realizado por la Universidad de Newcastle, Australia, sugiere que las personas estamos consumiendo alrededor de 2,000 pequeñas piezas de plástico cada semana. Eso equivale a aproximadamente 21 gramos al mes, poco más de 250 gramos al año.
La Universidad de Newcastle es la primera en combinar información de más de 50 estudios sobre la ingestión de plástico en humanos. Los resultados son un importante avance para comprender el impacto de la contaminación por plástico en las personas. También confirma, una vez más, la urgente necesidad de abordar un sistema de gestión del plástico con el fin de no contaminar los ecosistemas.
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Si bien la investigación está basada en los posibles efectos negativos del plástico sobre la salud humana, queda claro que es un problema mundial que solo puede resolverse abordando el origen: la contaminación por plástico. Si no queremos plástico en nuestro cuerpo, tenemos que detener las millones de toneladas de este material que continúan filtrándose en la naturaleza cada año.
Para atacar esta crisis, necesitamos tomar medidas urgentes a nivel de los gobiernos, empresas y consumidores, y establecer un acuerdo con objetivos globales para hacer frente a la contaminación por plástico. Apoya con tu firma la campaña “Naturaleza sin plásticos” donde pedimos este Acuerdo Global.
El estudio demostró una amplia gama en los patrones de ingestión. Considerando las limitaciones de este campo de investigación, todavía en evolución, los resultados iniciales señalaron una tasa global promedio de ingestión de plástico, por parte de los seres humanos, de aproximadamente 5 gramos por semana.
La fuente más grande de ingestión de plástico en todo el mundo es el agua, tanto embotellada como del grifo. Las grandes variaciones regionales se reflejan por ejemplo, en Estados Unidos o la India, que duplican la cantidad de plástico en el agua comparados con Europa o Indonesia. De los productos consumibles estudiados, aquellos con mayor registro de niveles de plástico son los mariscos, cerveza y sal.
WWF está movilizando a las personas para apoyar la petición global de un tratado legalmente vinculante sobre la contaminación de plásticos en el mar, que ya ha obtenido más de 500,000 firmas a nivel internacional. El tratado establece objetivos nacionales y mecanismos de información transparentes que se extienden a las empresas. Adicionalmente, busca proporcionar apoyo financiero y técnico a los países de bajos ingresos para ampliar su capacidad de gestión de residuos.
La ingestión es solo un aspecto de la crisis de plásticos. La contaminación por plástico es una gran amenaza para la vida silvestre. La contaminación por plástico también genera consecuencias económicas perjudiciales, con el Programa de las Naciones Unidas para el Medo Ambiente (PNUMA) estimando su impacto anual sobre la economía marina en US$8 mil millones.
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Algunos datos sobre la contaminación plástica para la reflexión:
Este texto apareció originalmente en WWF, puedes ver el original aquí.
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