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Al mismo tiempo que los humanos producen más gases que atrapan el calor en la atmósfera, como el dióxido de carbono, el hielo alrededor del planeta se derrite. El derretimiento es un serio problema, y se hace aún peor cuando el hielo que se derrite es terrestre. Esto porque al derretirse el agua se suma al océano, aumentando el nivel del mar.
En este momento hay tres razones principales por las que el nivel del mar está aumentando. Primero porque el calor hace que el agua se expanda. En segundo el deshielo en la Antártida, y tercero el de Groenlandia. A estos tres se le suman más factores pequeños, como el derretimiento de bloques de hielo en montañas.
Las estimaciones son que alrededor de 270 gigatoneladas de agua por año provienen del derretimiento. El deshielo puede ocurrir en las capas superiores del hielo, o también puede provenir de los bordes cuando las plataformas de hielo se derrumban y que luego caen en los océanos en grandes trozos. Para que colapsen las plataformas de hielo hay un proceso complejo que ocurre desde el fondo de la capa de hielo. El agua tibia llega a la parte de abajo del hielo, lo levanta y luego lo derrite.
El lecho bajo la capa de hielo no es plano, ni cambia gradualmente. Hay ondulaciones que se elevan y caen y cambian la conexión agua-hielo-tierra. Según la tipología del hielo, se puede determinar qué tan propensa es para derretirse. Por ejemplo, si se tiene tipología “retrógrada”, se facilita el derretimiento del hielo y aumenta la tasa de colapso de las plataformas de hielo. Por lo tanto, los científicos tienen un verdadero interés en aprender sobre la topología de la tierra debajo de las capas de hielo para así poder predecir el colapso del hielo y el aumento del nivel del mar que éste provocará.
Esto nos lleva a un nuevo estudio publicado por la American Geophysical Union en una revista llamada Geophysical Letters Review. Los científicos ha utilizado la “gravitometría” para obtener una imagen de alta calidad de la tierra debajo del hielo de Groenlandia llamado Jacobshavn Isbrae. Básicamente, los científicos pasaron sensores a través del hielo a bajas altitudes y a baja velocidad. Estos sensores se llaman “acelerómetros” y pueden usarse para determinar los componentes de gravedad x, y, z. Las mediciones de la gravedad les permitieron encontrar la altura local de la sub-superficie con mayor exactitud que la que era previamente conocida.
Como se indicó en el documento, la motivación para este trabajo fue clara:
La batimetría del fiordo y la topografía del lecho glaciar de la parte inferior de Jacobshavn Isbrae no son bien conocidas. Al menos no lo suficiente como para proporcionar información confiable para los modelos numéricos de la capa de hielo.
Los científicos encontraron que el canal debajo del hielo no tenía forma simétrica: la parte norte de la depresión era más profunda que la parte meridional. Además, se estimó que la depresión estaba entre 300 y 400 metros más profunda de lo que se pensaba anteriormente. También demostraron que el canal es retrógrado, lo que significa que favorece un rápido retiro del glaciar en los próximos años y décadas.
El hielo de Groenlandia es una gran analogía para el clima de la Tierra. Tiene inercia, lo que significa que actúa lentamente, pero una vez que se pone en marcha, es difícil de parar. La capa de hielo de Groenlandia puede tomar un tiempo para derretir, pero es casi imposible detener. Predecir la velocidad de este derretimiento es interesante desde un punto de vista científico, pero también hay enormes consecuencias sociales y económicas. Actualmente, 150 millones de personas viven a un metro (3 pies) del nivel del mar actual.
Groenlandia por sí misma tiene suficiente hielo para causar muchos metros de aumento del nivel del mar. Si vives cerca de la costa, la cuestión de “cuándo” es realmente importante. Este estudio sugiere que “cuándo” puede ser más pronto de lo que esperábamos.
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