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Un equipo de científicos rastreó por primera vez el origen de las aletas de tiburones martillo comunes que se venden en Hong Kong y encontró que alrededor de un 60% proviene de ejemplares originarios de una zona del Pacífico cercana a una franja de costa que va de México a Perú.
Esta investigación va a permitir “identificar las cadenas de suministro de alto riesgo del comercio ilegal y hacer que se cumplan mejor las regulaciones comerciales internacionales”, afirmó la Universidad Internacional de Florida (FIU).
El científico marino de FIU, Demian Chapmman, dirigió un equipo con base en Estados Unidos y Hong Kong que realizó más de 9,200 análisis de ADN a partir de muestras de las aletas cortadas a tiburones martillo común (Sphyrna lewini), una de las especies más comunes y apreciadas en el comercio ilegal.
El resultado de la investigación, que está financiada por Pew Charitable Trusts, Pew Fellowship Program y Roe Foundation, acaba de ser publicado en el medio especializado Animal Conservation.
Los investigadores destacan que EE.UU. puede desempeñar un papel clave para frenar que las aletas de tiburón martillo común sigan llegando a los mercados asiáticos, pues en muchos casos los cargamentos pasan por puertos estadounidenses.
En febrero pasado se decomisó en el puerto de Miami un cargamento de aletas valoradas en más de un millón de dólares.
El estudio indica que las hembras de tiburón suelen trasladarse a determinadas zonas del planeta para dar a luz y eso hizo posible que los investigadores dirigidos por Champman pudieran saber por el ADN de donde procedían los tiburones a los que les cortaron las aletas.
Para ello compararon el ADN que se conserva en los pedazos de aletas que se venden procesados y desecados en comercios minoristas de Hong Kong con una base de datos global de muestras genéticas de tiburones.
Las pruebas realizadas demostraron que la mayoría de los animales a los que se cortaron las aletas provenía de una zona del Pacífico cercana a una franja de costa que va desde Baja California (México) al norte de Perú e incluye archipiélagos como las Galápagos y Cocos.
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Estados Unidos tiene en su lista de especies animales en peligro al tiburón martillo común, también llamado pez martillo, cuya población está en declive en determinadas zonas del mundo por la sobre pesca y porque el comercio de aletas de tiburón es un mercado global que mueve millones de dólares.
Además, desde 2013 el Sphyrna lewini está protegido por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies de Fauna y Flora en Peligro (CITES).
CITES especifica en su apéndice II que todas las operaciones comerciales con los tiburones martillo comunes requieren certificados de fueron capturados legalmente e información de su trazabilidad en la cadena de suministro.
“Las regulaciones comerciales internacionales forman parte de la solución para manejar mejor especies amenazadas como el tiburón martillo común”, dijo Chapman.
El trabajo de los detectives genéticos ayuda a entender en qué regiones del mundo se está capturando más ejemplares de esa especie y donde se necesitan más las intervenciones en pro de la conservación de la especie, agregó.
Este texto apareció originalmente en EfeVerde, puedes ver el original aquí.
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