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El gobierno de Yemen pide ayuda a la ONU para recuperar un buque que contiene un millón de barriles de crudo en condiciones totalmente precarias.
El FSO Safer (antiguamente denominado Esso Japan) es uno de los pocos buques abandonados que tiene una entrada propia y bien documentada en la Wikipedia .
La larga historia de este antiguo petrolero, reconvertido en buque de almacenamiento y transferencia de petróleo, amarrado en la costa de Yemen desde 1988 vuelve a la actualidad este verano después de que la agencia de noticias Associated Press haya difundido mensajes del gobierno de Yemen dirigidos a la ONU en los que se pide ayuda para recuperar el control de esta nave cargada todavía con el equivalente a aproximadamente un millón de barriles de petroleo antes de que se produzca una catástrofe ambiental que afecte a todo el mar Rojo.
En el sentido textual de la expresión, el FSO Safer no es un buque fantasma (su existencia y ubicación son ampliamente conocidas) pero diversos medios han utilizado en las últimas semanas este apelativo para atraer la atención hacia una situación que puede acabar con una tragedia ambiental de gran alcance. Algunos otros medios, como la propia AP han preferido referirse a este buque como bomba flotante (floating bomb).
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Las condiciones de este buque se han deteriorado en los últimos meses por falta de mantenimiento y vigilancia, llegando incluso a anunciarse, sin confirmar, la fuga de parte del crudo almacenado. El riesgo ambiental se mezcla en este caso con el conflicto político-militar y los intereses económicos.
El FSO Safer quedó bajo control de las fuerzas hutíes en 2015, en una de las fases de la guerra civil en Yemen. El cargamento en petróleo podría estar valorado en unos 80 millones de euros pero ninguna de las partes afectadas parece estar en condiciones de garantizar la seguridad de esta carga.
Las imágenes obtenidas desde satélite en las últimas semanas parecen indicar que todavía no existen vertidos de importancia pero las fotografías más recientes difundidas por AP de diversas zonas del casco ratifican que su estado es ciertamente preocupante.
Según estas fuentes, la ONU ha reconocido que el petrolero abandonado amarrado en la costa de Yemen “está en riesgo de ruptura o explosión, causando daños ambientales masivos a la vida marina del mar Rojo, las fábricas de desalinización y las rutas internacionales de navegación”.
Documentos internos obtenidos por AP muestran que el agua de mar ha entrado en el compartimento del motor del camión cisterna, que no se ha realizado mantenido durante más de cinco años, causando daños a las tuberías y aumentando el riesgo de hundimiento. El óxido ha cubierto partes del buque cisterna y se ha filtrado el gas inerte que impide que los tanques acumulen gases inflamables. Los expertos dicen que el mantenimiento ya no es posible porque el daño a la nave es irreversible.
La ONU ha tratando de enviar inspectores para evaluar los daños a bordo del buque pero hasta ahora no ha conseguido autorización de los rebeldes hutíes que siguen controlando la zona. Las advertencias del riesgo, los anuncios de intervención y las hostilidades bélicas se cruzan en este caso como advertencias de culpabilidad en el caso de que finalmente el buque haga explosión o su contenido contamine el mar Rojo.
Ian Ralby, fundador de I.R. Consilium, que se especializa en seguridad marítima y de recursos, le dijo a AP que los esfuerzos de la ONU para enviar un equipo para evaluar el barco es “inútil”. Lo que necesita el buque es un equipo de rescate, dijo.
”Es una verdadera lástima que hayan desperdiciado tanto dinero y tiempo en esta operación inútil”, dijo Ralby. “Si está tomando estos años para que un equipo simple evalúe, no tendremos una segunda oportunidad de salvación”, agregó.
Ralby, quien ha escrito extensamente sobre el buque tanque, le dijo a AP que, en medio de la disminución de los precios del petróleo, el costo gastado en limpiar el daño ambiental de una explosión o fuga será mucho mayor que los millones de petróleo en el barco.
El FSO Safer es un buque de fabricación japonesa vendido al gobierno yemení en la década de 1980 para almacenar petróleo para su exportación. El barco tiene 360 metros de largo y cuenta con 34 tanques de almacenamiento.
Este texto apareció originalmente en La Vanguardia, puedes ver el original aquí.
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