Suscríbete
El mundo enfrenta enormes pérdidas de vida silvestre para 2050, a menos que cambie qué y cómo se producen los alimentos.
El sistema alimentario mundial está en camino de generar un daño ecológico rápido y generalizado, con casi el 90% de los animales terrestres que probablemente perderán parte de su hábitat para 2050, según una investigación.
Un estudio publicado en la revista Nature Sustainability muestra que, a menos que la industria alimentaria se transforme rápidamente, cambiando lo que la gente come y cómo se produce, el mundo se enfrenta a una pérdida generalizada de biodiversidad en las próximas décadas.
El autor principal del estudio, David Williams de la Universidad de Leeds, dijo que sin cambios fundamentales, se podrían perder millones de kilómetros cuadrados de hábitats naturales para 2050.
Dijo: “En última instancia, tenemos que cambiar lo que comemos y cómo se produce si queremos salvar la vida silvestre a escala mundial”.
El equipo de investigación internacional estuvo dirigido por académicos de la Universidad de Leeds y la Universidad de Oxford. El estudio estimó cómo los sistemas alimentarios en evolución afectarían a la biodiversidad y encontró que las pérdidas probablemente serían particularmente graves en África subsahariana y en partes de América Central y del Sur.
Te recomendamos: Las emisiones contaminantes de producción de alimentos han sido ignoradas
Michael Clark, otro autor principal de la Universidad de Oxford, dijo que si bien las tácticas de conservación convencionales, como el establecimiento de nuevas áreas protegidas o la introducción de legislación para salvar especies específicas, eran necesarias, la investigación subrayó la importancia de “reducir las tensiones finales sobre la biodiversidad, como la expansión agrícola”.
El estudio examinó el impacto potencial de realizar cambios ambiciosos en regiones o países específicos, desde comer menos carne hasta reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos; aumentos en el rendimiento de los cultivos a la planificación internacional del uso de la tierra.
Los autores dicen que este enfoque variado permite a los responsables de la formulación de políticas identificar qué cambios tendrán el mayor beneficio en su país o región, señalando, por ejemplo, que el aumento de los rendimientos agrícolas probablemente traería enormes beneficios a la biodiversidad en el África subsahariana, pero hace muy poco en América del Norte, donde los rendimientos ya son altos.
Por el contrario, cambiar a dietas más saludables tendría grandes beneficios en América del Norte, pero es menos probable que tenga grandes beneficios en regiones donde el consumo de carne es bajo y la inseguridad alimentaria es alta.
Clark dijo: “Es importante destacar que tenemos que hacer todas estas cosas. Ningún enfoque es suficiente por sí solo. Pero con la coordinación global y la acción rápida, debería ser posible proporcionar dietas saludables para la población mundial en 2050 sin grandes pérdidas de hábitat”.
Este texto apareció originalmente en The Guardian, puedes ver el original en inglés aquí.
Suscríbete a nuestro boletín
Lo más importante en tu buzón cada semana