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Un sistema crucial de corrientes en el Océano Atlántico que ayuda a controlar las temperaturas en el hemisferio norte y tiene implicaciones para los sistemas climáticos de todo el planeta está mostrando signos de inestabilidad debido al cambio climático provocado por el hombre, dicen los científicos. Su colapso tendría graves consecuencias para nuestro clima y la vida en la Tierra.
La Circulación de vuelco meridional del Atlántico (AMOC), de la que la Corriente del Golfo es una parte importante, ayuda a mantener el equilibrio energético en el Océano Atlántico. A menudo se describe como una “cinta transportadora” que toma agua superficial cálida de los trópicos y la distribuye al Atlántico norte. El agua más fría y salada se hunde y fluye hacia el sur.
Un estudio, publicado recientemente en Nature and Climate Change, advirtió sobre una pérdida casi completa de estabilidad del AMOC en el transcurso del siglo pasado. Los investigadores dicen que podría estar cerca de un colapso de una circulación fuerte a una circulación débil, aunque el umbral para tal colapso aún es incierto.
Los científicos han advertido durante años que la circulación se está debilitando. Las fuertes lluvias y el derretimiento de las capas de hielo hacen que el agua del Océano Atlántico Norte sea menos salada, lo que la hace más liviana y menos propensa a hundirse. Si el agua en esta región se vuelve demasiado liviana, toda la circulación podría interrumpirse.
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Los patrones climáticos globales están críticamente relacionados con la circulación y su transporte de calor y nutrientes alrededor del planeta. Un colapso de este sistema daría lugar a cambios significativos y abruptos, incluido un rápido aumento del nivel del mar, inviernos más extremos en Europa occidental y alteraciones de los sistemas monzónicos en los trópicos.
También podría tener un efecto en cascada y desestabilizar otros componentes del sistema climático de la Tierra, incluida la capa de hielo de la Antártida y la selva amazónica. Este escenario fue la premisa de la película de ciencia ficción climática de 2004 “El día después de mañana”, en la que una serie de desastres climáticos extremos ocurren después de que el cambio climático provocó el colapso del AMOC.
La circulación es más débil de lo que ha sido en alrededor de 1,000 años, habían dicho los científicos anteriormente, pero no sabían si en realidad se había desestabilizado o atravesando cambios naturales. El estudio utilizó ocho conjuntos de datos que analizaron las temperaturas de la superficie y la salinidad en el Atlántico Norte durante un período de 150 años, y descubrió que el calentamiento global estaba impulsando la desestabilización.
“La diferencia es crucial”, dijo a CNN el autor del estudio, Niklas Boers del Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático. “Imagine una silla, que puede desplazarse (con las cuatro patas en el suelo) o inclinarse. Ambos cambian la posición de la silla (correspondiente al cambio en la fuerza media de AMOC), pero en el primer caso la estabilidad de la la silla no se verá afectada, mientras que en el último caso existe un punto crítico. Si inclinamos la silla un poco más, se caerá. Mis resultados sugieren que es más probable que lo que le está sucediendo al AMOC sea una inclinación que sólo un cambio, por lo que la AMOC se ha movido hacia el umbral crítico en el que puede colapsar”, dijo.
Boers agregó que él mismo estaba sorprendido por sus hallazgos de que el AMOC se había desestabilizado y estaba avanzando hacia su umbral crítico, en el que podría colapsar abruptamente.
Un colapso de la circulación significaría un enfriamiento significativo en Europa, dijo Beors, “pero quizás más preocupante es el efecto de un colapso de AMOC en los sistemas de monzones tropicales de América del Sur, África Occidental e India; especialmente en África Occidental, un colapso de AMOC podría conducir a condiciones de sequía permanente”.
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Boers reconoce en su estudio que él y otros científicos aún no saben si la corriente podría colapsar y cuándo, pero pidió al mundo que reduzca las emisiones de gases de efecto invernadero “tanto y tan rápido como sea posible“.
“Cada gramo de gas de efecto invernadero adicional en la atmósfera aumentará la probabilidad de un colapso de AMOC en el futuro, por lo que la clave es emitir la menor cantidad posible, tanto a nivel individual como, por supuesto, también a nivel colectivo e internacional”.
El estudio se adelanta a un importante informe del Panel Internacional sobre el Cambio Climático de la ONU, que ha tardado años en elaborarse y se espera que proporcione la mirada más concluyente hasta el momento sobre el alcance del cambio climático provocado por el hombre. También es probable que dibuje una imagen de cómo podría ser el futuro, dependiendo de las medidas que tome el mundo para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Este texto apareció originalmente en CNN, puedes ver el original en inglés aquí.
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