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El gobierno escocés ha prohibido el fracking, o fracturación hidráulica, después de una consulta pública con fuerte oposición a dicha técnica y una poca justificación económica para la industria.
Paul Wheelhouse, ministro escocés de Energía, dijo a los miembros del parlamento escocés que promueven el fracking, que esto socavaría las ambiciones del gobierno de reducir las emisiones de Escocia, y conduciría a un daño ambiental injustificable.
A pesar de que Escocia necesita gas natural para la calefacción y las industrias químicas, los economistas de KPMG han estimado que permitir la extracción no convencional de carbón y gas sólo aumentaría el PIB de Escocia en alrededor del 0.1%, pero causaría serios problemas ambientales en las zonas donde se realice el proceso.
Una consulta pública sobre la política de fracking atrajo más de 65,000 respuestas. Alrededor del 65% de esas respuestas provenían de comunidades mineras de carbón antiguas, que fueron blanco de la industria del fracking. De ellos, el 99% de los encuestados se opuso, dijo Wheelhouse.
Esto causaría “impactos negativos y duraderos en las comunidades”, dijo, dañando la salud pública, el medio ambiente y los objetivos climáticos de Escocia. Una moratoria, que al permitir el permiso de planificación, se haría permanente, añadió Wheelhouse. Hasta que se le dieron los poderes al palacio de Holyrood para controlar la concesión de licencias de exploración de petróleo y gas.
“Tenemos la responsabilidad moral de abordar el cambio climático y la responsabilidad económica de preparar a Escocia para nuevas oportunidades de baja emisión de carbono”, dijo al parlamento escocés.
Mary Church, jefa de las campañas de Amigos de la Tierra de Escocia, dijo:
“Esta es una victoria para el medio ambiente y para las comunidades locales que luchan contra el fracking.
Defensores del medio ambiente en Inglaterra dijeron que la decisión del gobierno escocés, que refleja una prohibición similar en Gales, dejó a los ministros en Londres completamente aislados mientras seguían apoyando el fracking en Inglaterra.
Rose Dickinson, de Amigos de la Tierra de Inglaterra y Gales, dijo:
“Con todos nuestros vecinos más cercanos, que han prohibido o detenido el fracking, nuestro gobierno está cada vez más al margen de alcanzarlo en Inglaterra. ¿Será que ahora el secretario de negocios, Greg Clark, escuchará la abrumadora evidencia de los riesgos y rechazará el consentimiento final para el fracking en Lancashire y Ryedale?”
Ineos, la empresa privada que posee la refinería de petróleo Grangemouth y su planta petroquímica vecina, estaba furiosa. Tom Pickering, director de gerencia de Ineos Shale, dijo que fue una decisión desastrosa, que dañaría la economía de Escocia.
“Esta decisión significa que el gas se convierte en un costo para la economía escocesa en lugar de una fuente continua de ingresos”.
“Esto habla mucho sobre el liderazgo escocés en la escena mundial y envía un mensaje claro y negativo a cualquier futuro inversionista en Escocia. Los informes de expertos han afirmado claramente que esta tecnología puede aplicarse de manera segura y responsable, pero Inglaterra será la que obtenga los beneficios”.
El profesor Stuart Haszeldine, experto en captura y almacenamiento de carbono en la Universidad de Edimburgo (Escocia), dijo que los residentes que participaron en la consulta, claramente rechazaron las afirmaciones de una ganancia económica a corto plazo del fracking.
“Las respuestas de los ciudadanos muestran que están claramente preparados para renunciar a la posibilidad dudosa de ganancias financieras a corto plazo para los beneficios a largo plazo de adaptarse a una economía más limpia y mejor calidad del aire”, dijo Haszeldine.
La decisión se logró después de casi tres años de retraso por parte de los ministros escoceses, que fueron presionados por miembros del parlamento escocés de la oposición y activistas del Partido Nacional Escocés en anunciar una moratoria en todas las pruebas de perforación de fuentes no convencionales de petróleo y gas en enero de 2015, a pesar de la intensa presión de la industria y algunos ministros del Partido Nacional Escocés para aprobar la exploración.
El Partido Laborista, los Verdes y los Demócratas Liberales obtuvieron un voto de Holyrood por una prohibición total de fracking en junio de 2016 en una votación, no vinculante, de la cual los miembros del parlamento escocés y los del Partido Nacional Escocés se abstuvieron. Claudia Beamish, miembro del parlamento escocés, publicó un proyecto de ley de un miembro que pedía una prohibición legal el año pasado.
Por su parte, Nicola Sturgeon, primer ministro de Escocia y otros ministros, celebraron una serie de reuniones privadas con ejecutivos de la industria, entre ellos Ineos y sus socios respaldados por el gobierno chino, PetroChina. Jim Ratcliffe, fundador de Ineos, advirtió que sin las importaciones de gas de esquisto, la planta química de Grangemouth cerraría.
En un esfuerzo por aplacar la industria, Wheelhouse dijo a los miembros del parlamento escocés, que el gobierno escocés reconoció que el gas natural era esencial para el suministro de energía del país y que otros líquidos como el etano eran cruciales para la industria de plásticos y productos químicos.
A pesar de que la industria trabaje bajo los estándares más estrictos, agregó, la abrumadora hostilidad hacia ella significaba que no había una “licencia social” para el fracking.
“Es nuestra responsabilidad como gobierno tomar una decisión que creemos, es de interés para todo el pueblo”, dijo. “Debemos estar seguros de que las decisiones que tomamos no comprometerán la salud y la seguridad, ni dañarán el medio ambiente en el que vivimos”.
La decisión del gobierno escocés se pondrá a votación a finales de este año, que se espera que gane cómodamente. Los conservadores escoceses dijeron que la decisión era un grave error, ya que privaría al país de una necesaria inversión económica.
Dean Lockhart, portavoz de energía de los miembros del partido conservador británico (Tories), dijo que crearía miles de trabajos y agregaría £ 4.6 mil millones a la economía del país.
“Este impulso económico tan necesario y puestos de trabajo, ahora se creará fuera de Escocia gracias al partido nacional escocés”, dijo Lockhart.
Este texto apareció originalmente en The Guardian, puedes encontrar el original en inglés aquí.
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