Suscríbete
El mundo usa mil millones de pajillas de plástico no reciclables por día, 500 millones en los Estados Unidos, un número incalculable termina en el océano, contaminando el agua y las costas y representando una amenaza mortal para las tortugas marinas y otros animales marinos. La campaña “Strawless in Seattle” de Lonely Whale Foundation resultó en la eliminación de 2.3 millones de pajillas desechables de plástico en el mes de septiembre en esa ciudad.
Te podría interesar: Seattle sin pajillas
A partir del 1 de julio de 2018, Seattle prohibirá las pajillas y cubiertos de plástico no compostables en 3,100 negocios de servicio de alimentos que van desde Starbucks hasta estadios deportivos. Lonely Whale Foundation llevará su campaña sin pajillas a al menos 10 ciudades más de Estados Unidos el próximo año.
Todd Woody, editor ejecutivo de News Deeply para el medio ambiente, moderó una discusión sobre la prohibición y los esfuerzos para lograr que la gente “pare de succionar” con Dune Ives, directora ejecutiva de la Lonely Whale Foundation; Susan Fife-Ferris, director de planificación de residuos sólidos y gestión de programas de Seattle Public Utilities y David Rhodes, director comercial global del fabricante de pajillas de papel Aardvark.
Esta fue una de las preguntas que hizo Woody a los participantes y esto fue lo que contestaron:
“Cuando eché un vistazo a las formas de acercar a las personas al océano y crear conciencia sobre los problemas de salud del océano y específicamente la basura marina, queríamos encontrar ese elemento que fuera realmente omnipresente para todos nosotros en nuestras experiencias cotidianas”.
“Ahora hay muchas pajillas compostables certificadas en el mercado”, dijo Fife-Ferris.
Te sugerimos: Diciéndole NO al plástico en los empaques
Si bien la ciudad permitirá pajillas de plástico compostables, tales pajillas solo pueden compostarse en instalaciones industriales y no se biodegradarán si entran en el océano. Sin embargo, las pajillas de papel fabricadas por Aardvark sí se biodegradan en el mar, según Rhodes.
Pero en realidad no se trata de pajillas, enfatizaron los panelistas, se trata de usarlas para cambiar las actitudes hacia una cultura desechable que ha llevado a la crisis de contaminación del plástico oceánico.
“El ingenio de abordar algo tan pequeño y común como una pajilla, algo que a menudo se usa sin pensar y con un impacto derrochador, es lo que nos permite ver nuestros comportamientos derrochadores y considerar qué más usamos descuidadamente e innecesariamente”, dijo Fife-Ferris.
Puedes escuchar más de la discusión aquí.
Este artículo apareció en Oceans Deeply, puedes encontrar el original en inglés aquí. Para más noticias sobre los océanos puedes suscribirte a la lista de correos de Oceans Deeply.
Suscríbete a nuestro boletín
Lo más importante en tu buzón cada semana