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El Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE) acaba de dar luz verde a la comercialización de las que están consideradas como las células solares más eficientes del mundo. Se trata de las IMM (células solares invertidas metamórficas), empleadas para satélites espaciales y aeronaves solares, que en adelante serán comercializadas por la empresa MicroLink Devices, que podría ofrecer soluciones con una potencia superior a los 3,000 W/kg.
Patentadas por el Laboratorio Nacional de Energías Renovables de Estados Unidos (NREL), estas células destacan por su alta eficiencia y por un importante ahorro en costes respecto a otras tecnologías comunes en el mercado. Así lo asegura el Departamento de Energía estadounidense en un comunicado en el que ha dado a conocer el acuerdo alcanzado con la empresa radicada en el estado de Illinois.
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Así, la decisión marca el punto de partida de un proceso del que se espera que “abra la puerta a nuevas aplicaciones” de las IMM, tal y como asegura el DOE. No en balde, estas células están consideradas como las más eficientes, entre otros aspectos por un diseño que les permite capturar energía de una mayor porción del espectro solar.
“Son altamente eficientes y extremadamente versátiles”, subrayan desde la administración estadounidense.
Para ello, la fase de creación de las células fue totalmente repensada. Tanto es así que las IMM invierten la secuencia habitual para las células de triple unión, gracias a lo que se reducen los costes de producción, entre otras fortalezas. Una de las más destacadas es la facilidad que aportan las células IMM para que se les añada un reflector, algo especialmente valioso para sistemas de energía solar fotovoltaica de concentración en los que la acumulación de calor puede representar un problema para los equipos.
Así, con la tecnología patentada por NREL, no solo se mantendría el sistema fresco, sino que la energía podría ser redirigida de manera que impulsara la eficiencia de la célula.
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A estos aspectos se suma otra ventaja fundamental: la reducción del peso de las células solares que permite la arquitectura de las IMM. Este aspecto hace que esta tecnología encaje totalmente con aplicaciones para las que este aspecto es clave, como los vehículos aéreos no tripulados que se propulsan gracias a la energía solar.
Con el interés de la industria casi hecho, MicroLink Devices se volcará ahora en la producción de células solares finas, ligeras y flexibles que podrían emplearse, además de en satélites especiales y vehículos aéreos solares, en cualquier aplicación portátil para la generación de energía limpia.
Este texto apareció originalmente en EcoInventos, puedes encontrar el original aquí.
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