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Científicos comentan que los bosques tropicales emiten más carbono que todos los automóviles y camiones en los Estados Unidos, cada año. Por ello, solicitan mayores esfuerzos para detener la pérdida y el daño de los bosques.
Casi el 70% de las emisiones de los bosques tropicales son causadas por la degradación, según un estudio de la revista Science, que mide la forma menos visible de daño junto con la deforestación; que desde hace tiempo se ha reconocido como problemática.
“Estos descubrimientos proporcionan al mundo un llamado de atención”, dijo en un comunicado el autor principal del estudio, Alessandro Baccini, científico del Centro de Investigación Woods Hole de Estados Unidos.
“Si queremos evitar que las temperaturas globales suban a niveles peligrosos, necesitamos reducir drásticamente las emisiones y aumentar en gran medida la capacidad de los bosques para absorber y almacenar el carbono”.
Los bosques tropicales juegan un papel clave en la lucha contra el calentamiento global ya que absorben el carbono durante la fotosíntesis. Pero emiten carbono cuando se queman o se deterioran después de morir.
La deforestación representa del 10% al 15% de las emisiones de carbono en todo el mundo. Esto doblemente perjudicial ya que los árboles en descomposición producen carbono y ya no son capaces de almacenarlo, dijo Baccini a la Fundación Thomson Reuters.
“A lo largo de los trópicos se tiene una tala selectiva, o pequeños agricultores que eliminan los árboles individuales por leña”, dijo Wayne Walker, otro de los autores, en un comunicado.
“Estas pérdidas pueden ser relativamente pequeñas en cualquier lugar, pero sumadas en grandes áreas se vuelven considerables”.
Según el estudio, las pérdidas de carbono causadas por la deforestación y la degradación forestal superan las ganancias en todos los continentes, producido con 12 años de imágenes satelitales y mediciones de campo.
América Latina, hogar de la Amazonia, la selva tropical más grande del mundo, fue responsable de casi el 60% de las pérdidas de carbono, seguido por África con un 24%.
Este texto apareció originalmente en Thomson Reuters Foundation, puedes encontrar el original en inglés aquí.
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