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Según un estudio, al haber más árboles cerca de las fuentes de agua, el saneamiento mejora y también menos niños morirían por diarrea en países pobres.
El estudio examinó la salud de 300,000 niños y la calidad de las cuencas hidrográficas en 35 países, incluyendo Bangladesh, Nigeria y Colombia. Se descubrió que al contar con más árboles río arriba, había niños más sanos.
“Esto muestra, muy claramente, cómo los ecosistemas sanos pueden apoyar directamente la salud y el bienestar humano”, dijo el coautor del estudio, Brendan Fisher, investigador de la Universidad de Vermont en Estados Unidos.
“Esto sugiere que proteger las cuencas hidrográficas, en las circunstancias correctas, puede duplicarse como una inversión en salud pública”, dijo en un comunicado.
Con base al estudio, que analizó datos de ayuda externa de Estados Unidos durante tres décadas, al aumentar la cantidad de árboles en un tercio, cerca de la fuente de las cuencas hidrográficas en áreas rurales, se podría mejorar el saneamiento, como si se instalaran tuberías o baños dentro de los hogares.
“Estos hallazgos muestran claramente que los bosques y otros sistemas naturales pueden complementar los sistemas tradicionales de saneamiento del agua y ayudar a compensar la falta de infraestructura”, dijo Diego Herrera, autor líder del estudio publicado en la revista Nature Communications.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la diarrea, que se puede prevenir, mata a más de medio millón de niños menores de cinco años cada año y es una de las principales causas de muerte en niños, junto con la malaria y la neumonía. La falta de saneamiento y agua limpia ocasiona casi 1.7 mil millones de casos de diarrea infantil cada año, indica la organización.
Este texto apareció originalmente en Thomson Reuters Foundation, puedes encontrar el original en inglés aquí.
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