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Como si se tratara de una película de desastres propia de Hollywood, Los Ángeles (Estados Unidos), conocida como la capital del espectáculo, continúa asediada por cuatro grandes incendios. Algunos están más cerca de su corazón como el que lleva un día amenazando el museo Getty y las casas de los ricos y famosos en las proximidades de Bel Air.
Otros afectan a áreas muy poblados al norte de la ciudad y en localidades colindantes, como Ojai y Ventura. Todos ellos están siendo avivados por la sequía en la zona, así como los vientos de Santa Ana, que, con una fuerza parecida a la de un huracán y muy secos, son la mejor forma de propagación de las llamas.
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Los cuatro incendios han avanzando, lo que hizo aumentar en 30,000 personas el número de evacuados, hasta los 230,000, y obligó a cortar más carreteras. Las autoridades emitieron entonces una alerta de emergencia por “peligro extremo de fuego” en el condado de Los Ángeles.
Recientemente las condiciones meteorológicas han mejorado ligeramente, con el viento soplando por debajo de los peores pronósticos. Aún así, la situación sigue siendo grave. Las autoridades declararon la “alerta morada” por vientos “extremos”, es la primera vez que ocurre en el Estado.
El jefe del servicio de bomberos de California, Ken Pimlott, había advertido de que los fuertes vientos, típicos de esta época del año, podían llegar a soplar hasta los 130 kilómetros por hora. “No habrá ninguna capacidad de luchar contra el fuego ante este tipo de viento”, alertó.
Sin embargo, los vientos bajaron hasta los 95 kilómetros por hora y se espera que caigan hasta los 65 kilómetros por hora o hasta los 24 kilómetros por hora, según el Servicio Meteorológico Nacional. “Algunos de los signos que vimos no son tan impresionantes como habíamos visto antes”, dijo el meteorólogo David Sweet, según informa el diario Los Angeles Times.
El paisaje es devastador. Hay carreteras cortadas en medio de colinas en llamas o calcinadas. El fuego afecta 469 kilómetros cuadrados en los condados de Los Ángeles y Ventura. Ninguno de los cuatro grandes incendios está controlado más allá del 15% de superficie, según los últimos datos.
Las imágenes hacen recordar otro incendio que en 1961 asoló el barrio de mansiones de Bel Air y dejó a estrellas de entonces, como Maureen O’Hara y Fred MacMurray, luchando por salvar sus hogares. Ahora le ha tocado el turno al magnate de comunicación Rupert Murdoch, que ha visto su viñedo, valorado en unos $30 millones, en llamas.
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La ciudad se vio colapsada cuando los incendios provocaron el cierre de una de sus principales arterias, la autopista 405, una de las vías de mayor tránsito en todo el país. La policía y el cuerpo de bomberos tuvieron que cerrarla al tráfico durante varias horas, forzando a que muchos de los evacuados caminaran para huir de las llamas.
Ante la amenaza del fuego, el campus de la universidad UCLA no abrió sus puertas. El distrito escolar de Los Ángeles cerró una cuarta parte de sus más de 1,000 colegios.
Este texto apareció originalmente en el diario El País, puedes encontrar el original aquí.
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