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Billy Bob Brown ha estado cultivando en el área de Amarillo (Texas, Estados Unidos) durante casi medio siglo, y este es el período de sequía más largo que haya visto.
La región no ha recibido lluvias medibles en más de 100 días, según el Servicio Meteorológico Nacional, y Brown está preocupado por el destino de sus cultivos. Él ya no puede cultivar maíz por la sequía.
“Recuerdo que en los años 50 hubo tres años de sequía”, dijo Brown, de 78 años. “Esto es lo peor que he visto desde entonces”.
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El Mango de Texas se ha convertido en la zona cero, en una sequía que se ha extendido a gran parte del estado solo cinco meses después del huracán Harvey, incluidas las áreas que sufrieron inundaciones masivas durante la tormenta.
Más del 40% de Texas se encuentra ahora en una sequía moderada a severa, según los últimos datos del Monitor de Sequía de Estados Unidos. Eso se compara con un 4% el 29 de agosto pasado, unos días después de que Harvey arrasó con la costa del sur de Texas. Y se espera que las condiciones secas empeoren en los próximos meses.
“Tan pronto como el huracán Harvey despejó Texas, casi inmediatamente comenzamos la próxima sequía”, dijo Mark Wentzel, hidrólogo de la Junta de Desarrollo del Agua de Texas.
Agosto fue el mes más lluvioso del estado en 124 años, pero todos los meses desde entonces, aparte de diciembre, se han secado considerablemente, comentó.
Parte de Beaumont, que vio casi 127 centímetros de lluvia cuando Harvey se estancó sobre el sureste de Texas como una tormenta tropical, ahora se encuentra en una sequía moderada. Y toda la ciudad se considera “anormalmente seca”, según el monitor de sequía.
Las condiciones de sequía son particularmente malas en el norte del estado y especialmente en el Mango de Texas, donde los 26 condados de la región se encuentran en una sequía severa a extrema y la mayoría tiene prohibiciones de quema. Sin embargo, las restricciones al fuego al aire libre no se detienen allí: están vigentes en más de un tercio de los 254 condados de Texas, según el Servicio Forestal A&M de Texas.
Si bien la sequía supone una gran amenaza para la agricultura, Wentzel dijo que no espera que las ciudades sean golpeadas con tanta fuerza. En los últimos años, las precipitaciones superiores al promedio han llenado los depósitos de los que dependen muchas ciudades para el agua potable, dijo.
Pero para los agricultores en el Mango de Texas y en otros lugares, nunca hay un buen momento para una sequía. C.E. Williams, gerente general del Distrito de Conservación de Aguas Subterráneas del Mango de Texas, dijo que la falta de lluvias hace que sea casi imposible cultivar ciertos tipos de cultivos.
Muchos agricultores están teniendo recuerdos de la sequía de 2011, el año más seco en la historia del estado, y están preocupados de que ésta pueda competir con la anterior, dijo.
“Está empezando a ser un verdadero temor para muchos de los agricultores de esta parte del mundo. Todos los campos están extremadamente secos. El suelo está tan seco como el concreto”, agregó Williams.
El cambio climático está impulsando los cambios extremos en los totales de lluvia, dijo el climatólogo estatal John Nielsen-Gammon. Si bien los totales de lluvia anuales pueden no cambiar mucho en general, dijo que los modelos climáticos muestran que las tormentas serán menos frecuentes pero más intensas.
“Eso significa que terminamos con tramos más secos en el medio”, dijo Nielsen-Gammon. Y esos períodos de sequía serán peores, también, gracias a las temperaturas más altas que traen más evaporación, agregó.
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Wentzel dijo que la sequía persistente del estado también se puede atribuir al patrón climático de La Niña que se desarrolló el año pasado en el Océano Pacífico, que trajo temperaturas superiores al promedio y lluvias por debajo del promedio a América del Norte.
El alivio podría estar a la vista: se espera que el ciclo cambie de dirección para mayo y que la lluvia vuelva al estado, dijo.”Si el Servicio Meteorológico Nacional está en lo correcto en sus predicciones… deberíamos estar bien, pero si seguimos con temperaturas más cálidas y más sequía que el promedio durante el verano, entonces nos preocuparíamos”, dijo Wentzel.
La última perspectiva estacional del monitor de sequía dice que se espera que continúe expandiéndose en el oeste, centro y sur de Texas en los próximos meses.
“A fines de abril, se espera que solo partes del norte central y este de Texas permanezcan libres de sequía”, según el pronóstico.
Para los agricultores del Mango de Texas, Brown dijo que la lluvia no puede regresar lo más pronto posible.
“Si no tenemos humedad, no me importa qué tan bueno sea un granjero, no va a suceder”, dijo.
Este texto apareció originalmente en The Texas Tribune, puedes encontrar el original en inglés aquí.
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