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Unas 400 mil botellas de plástico fueron recolectadas por el programa Ecolones, como parte de la campaña para establecer un nuevo récord Guinness en reciclaje, cuyo objetivo no se logró alcanzar.
El saldo final de la jornada, que se extendió por ocho horas, cerró en aproximadamente 12 toneladas del material, casi la mitad de las 25 toneladas necesarias para imponer la marca mundial.
Aun así, los organizadores de la iniciativa prefieren concentrarse en lo positivo, como la gran participación de familias, niños y hasta adultos mayores quienes colaboraron jalando bolsas o atendiendo a las personas que llegaban a dejar su material de reciclaje.
“Estamos súper contentos porque ahora este material no está en un relleno sanitario, obstruyendo las alcantarillas, ni flotando en el mar. Tuvimos una participación enorme de voluntarios, empresas y personas particulares que se sintieron aludidos por este llamado”, expresó Karla Chaves, directora de Próxima Comunicaciones y fundadora de Ecolones.
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El estacionamiento del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), ubicado al costado norte del parque La Sabana, se convirtió en el principal centro de acopio temporal de la iniciativa.
Hasta ahí se trasladaron muchos costarricenses a pie, en bicicleta o en carro, para sumar su granito de arena. También se habilitó un segundo puesto ubicado en la esquina noreste del parque metropolitano.
Pese a la gran convocatoria que tuvo la campaña, para los organizadores hubo un factor que jugó en contra de que se pudiera alcanzar la meta final: lo liviano del material.
“La meta que teníamos era sumamente alta, porque el plástico no pesa nada, uno le echa y echa al camión, pero la aguja no se mueve, pero en unidades fueron 400 mil más o menos”, dijo Chaves.
La directora del programa Ecolones espera que esto marque un antes y un después para muchas personas que no estaban acostumbradas a reciclar, y que sea una llamada de atención para empresas y gobiernos locales de que existe un interés de la ciudadanía por ser responsables con el medio ambiente.
“La gente acá está pidiendo mucho que las municipalidades abran los sábados para llevar el reciclaje, porque la gente trabaja y cuando quiere llevar el material, se dan cuenta que no está disponible el centro de acopio”, indicó la vocera.
Chaves se mostró optimista de que la campaña logre trascender y que próximamente se vuelvan a fijar metas ambiciosas como esta.
“Nos echamos encima este compromiso porque queremos ser un ejemplo para el mundo, queremos ser coherentes con nuestra marca como país, nuestra visión de sostenibilidad y solo cuando aspiramos a grandes cosas podemos hacer grandes cambios”.
Otros de los aspectos que prefiere rescatar la organización de la campaña, tiene que ver con la concientización sobre los hábitos de consumo y postconsumo de las personas, especialmente en cuanto a este tipo de materiales de un solo uso, que en lugar de ser aprovechados para crear nuevos productos, terminan convirtiéndose en simples desechos.
“Estamos desperdiciando materia prima que el país puede volver a incorporar a la cadena productiva y generar riqueza, empleo, nuevos productos, ahorrar energía eléctrica y agua, porque el reciclar es energéticamente más económico que hacer productos nuevos”.
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Por día, Costa Rica desecha 564 toneladas de plástico, las cuales, en lugar de aprovecharse para el reciclaje, se entierran en rellenos, se acumulan en vertederos o quedan tiradas en las calles.
Tan solo 14 toneladas de los desechos de ese material que se generan a diario se reciclan, según informó al medio La Nación en junio pasado Eugenio Andrevetto, director de Salud Ambiental del Ministerio de Salud, ente rector de la gestión de residuos en el país.
Mucho más reducida es la cifra de este material que es sometida a algún proceso de transformación para generar nuevos productos que permitan su revalorización como materia prima.
Prueba de esto es que la mayor parte de las 25 toneladas recolectadas van a pasar a manos de empresas gestoras inscritas ante el Ministerio de Salud para su exportación.
“Lo mandamos barato y lo compramos caro”, advirtió Chaves.
Este texto apareció originalmente en La Nación, puedes encontrar el original aquí. |
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