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Científicos y otros expertos explican que ahora son necesarias ciertas normas para controlar las nuevas tecnologías que reflejan algunos de los rayos del sol fuera de la Tierra.
“No hay un camino sin riesgo en este punto” para enfrentar el cambio climático, dijo David Morrow, director de investigación del Foro para la Evaluación de la Ingeniería del Clima en la American University con sede en Washington.
Según un informe, expertos están investigando sobre posibles técnicas de enfriamiento, como rociar partículas en la atmósfera superior para imitar erupciones volcánicas o iluminar artificialmente las nubes marinas.
Dicha tecnología de atenuación del sol está diseñada para reducir los riesgos asociados con la aceleración del calentamiento en las próximas décadas.
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Pero el informe advirtió que la tecnología podría crear nuevos riesgos, “incluidos los riesgos climáticos, ambientales, sociales, geopolíticos y éticos”. Por ejemplo, podría disuadir a los países de reducir sus emisiones, con la esperanza de que haya una solución tecnológica en camino.
O bien, una sola nación podría implementar las tecnologías en su propio interés, sin normas internacionales vigentes, en un esfuerzo por sofocar una protesta política en el país o trasladar las escasas lluvias a los agricultores afectados por la sequía, dijeron los expertos.
El informe apunta a guiar la investigación y la política sobre el “manejo de la radiación solar” (SRM) hasta el 2025 con un conjunto de principios. Recomienda que los esfuerzos para frenar el cambio climático y adaptarse a sus impactos deben seguir siendo la máxima prioridad.
También solicita que se evalúen los riesgos y beneficios del manejo de la radiación solar de manera “exhaustiva y transparente” y que la investigación se centre en las necesidades sociales de las personas con escasos recursos del mundo.
El panel de 14 miembros que desarrolló los principios incluyó expertos académicos en campos como política y gobernanza, ciencias sociales, relaciones internacionales y resolución de conflictos.
El grupo “discrepó fundamentalmente” ante la idea de permitir que la investigación sobre las tecnologías siga adelante pero aceptó la necesidad de discutirlas públicamente, dijo Simon Nicholson, co-director del Foro para la Evaluación de la Ingeniería del Clima.
El documento llega antes de la publicación de un informe el 8 de octubre por los principales científicos del clima del mundo, quienes dicen que el mundo no está en camino de cumplir sus objetivos de reducción de emisiones.
Si el calentamiento global continúa así, para el año 2040 superará los 1.5°C. Se espera que el informe explique que eso amenaza todo, desde los suministros mundiales de alimentos hasta el crecimiento económico.
Los crecientes temores de no cumplir con los objetivos climáticos son una de las razones por las cuales la investigación se está expandiendo en los esfuerzos por atenuar el sol y absorber el dióxido de carbono de la atmósfera.
“Sea o no sea esta tecnología parte de nuestra caja de herramientas… se debe tener el debate” sobre si debería desempeñar un papel, dijo Janos Pasztor, director ejecutivo de la Iniciativa de Gobernanza de la Geoingeniería del Clima de Carnegie.
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El informe recomienda que se cree un código de conducta que rija la investigación sobre las tecnologías y que los investigadores hagan públicas las fuentes de sus fondos. Al igual que los países más pobres en la primera línea de impactos climáticos deben tener una opinión en la forma en que se investigan y utilizan las tecnologías.
Se advierte que tanto seguir adelante con la investigación o rechazarla, presenta riesgos significativos, tales como el hecho de que los inversores tengan un incentivo financiero para ver cómo se usa dicha tecnología, hasta la investigación prohibida que se vuelve clandestina.
Esta tecnología “probablemente esté muy lejos de ser utilizada”, según el informe, pero “la necesidad de gobernanza es imperativa”.
Este texto apareció originalmente en Thomson Reuters Foundation, puedes encontrar el original en inglés aquí.
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