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El COVID-19 hizo que la huella ecológica de la humanidad se contrajera, demostrando que es posible cambiar los patrones de consumo de recursos en un corto plazo. Sin embargo, la verdadera sostenibilidad que permitiría a todos prosperar en la Tierra sólo podría lograrse por planeación, no por una plaga.
El Día del Sobregiro en la Tierra 2020 ocurrirá el 22 de agosto, más de tres semanas después que en el 2019, según Global Footprint Network. La fecha refleja la reducción del 9.3% de la huella ecológica de la humanidad a partir desde del 1° de enero hasta el Día del Sobregiro (en que sobrepasemos los límites anuales) en la Tierra, en comparación con el mismo período del año pasado, lo cual es una consecuencia directa de la cancelación de actividades presenciales no esenciales en todo el mundo. Dos de los principales causantes de la reducción son la Huella de Productos Forestales y la Huella de Carbono, que disminuyeron en un 8.4% y 14.5%, respectivamente.
La repentina reducción de la Huella Ecológica año tras año, sin embargo, está muy lejos de los cambios intencionales que se requieren para lograr, tanto la estabilidad ecológica, como el bienestar de las personas, dos componentes inextricables de la sostenibilidad. En Global Footprint Network, se visualizó un mundo en el que la humanidad se desarrolla dentro de los límites del presupuesto ecológico de nuestro planeta por planeación en vez de por desastre, con la intención de que todos prosperemos a partir de los recursos finitos de la Tierra.
“La humanidad ha sido unida por la experiencia común de la pandemia y se ha demostrado lo entrelazadas que están nuestras vidas. Al mismo tiempo, no podemos ignorar la profunda desigualdad de nuestras experiencias, ni las tensiones sociales, económicas y políticas que se han visto exacerbadas por este desastre mundial”, dijo la CEO de Global Footprint Network, Laurel Hanscom. “Hacer de la regeneración un elemento central de nuestros esfuerzos de reconstrucción y recuperación tiene el potencial de abordar los desequilibrios, tanto en la sociedad humana, como en nuestra relación con la Tierra.”
Cada año, el Día del Sobregiro de la Tierra marca la fecha en que la humanidad ha utilizado todos los recursos biológicos que la Tierra puede renovar durante todo el año. La humanidad actualmente usa un 60% más de lo que puede renovarse, o tanto como si viviéramos en 1.6 Tierras.
Desde el Día del Sobregiro de la Tierra hasta el final del año, la humanidad aumenta el déficit ecológico que ha ido aumentando constantemente a partir de que el mundo cayó en el sobregiro ecológico a principios de la década de 1970, según National Footprint and Biocapacity Accounts (Cuentas Nacionales de Huella y Biocapacidad), basadas en los conjuntos de datos de la ONU (15,000 datos puntuales por país por año). Dado que los datos de la ONU sólo se extienden hasta 2016, los resultados mundiales para 2020 se han evaluado utilizando datos complementarios.
La organización Earth Overshoot Day investigó varios elementos de la huella ecológica. Con el fin de determinar el impacto de la pandemia en la Huella de Carbono, el período comprendido entre el 1 de enero y el Día del Sobregiro de la Tierra se dividió en tres segmentos: enero-marzo, para el que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ya ha publicado un análisis de las reducciones de energía y emisiones; abril-mayo, que representa los períodos de encierro más severos; y junio-junio del Día del Sobregiro en la Tierra, durante el cual se espera la flexibilización gradual de las políticas de encierro.
La Huella maderera se ve fuertemente afectada por las previsiones de la demanda que, a su vez, determinan la cosecha forestal. Aunque la construcción ha estado en curso durante la pandemia, la industria forestal predijo una menor demanda en el futuro y, por lo tanto, redujo rápidamente las tasas de cosecha.
El sistema alimentario mundial sufrió alteraciones importantes, como el cierre temporal de los servicios alimentarios y la imposibilidad de que los trabajadores agrícolas migrantes cruzaran las fronteras. De la granja a la mesa el acceso, tanto al mercado, como a los alimentos, se ha visto comprometido, aumentando simultáneamente el desperdicio de alimentos y la malnutrición. No obstante, la Huella Alimentaria parece no haber sido afectada por la pandemia de COVID-19.
Este año más que nunca, el Día del Sobregiro de la Tierra ofrece una oportunidad sin precedentes para reflexionar sobre el futuro que queremos crear. Los esfuerzos de la humanidad para responder a COVID-19 han demostrado que es posible cambiar las tendencias de consumo de recursos ecológicos en un corto plazo.
A medida que salimos de la crisis de salud pública y nos centramos en la reconstrucción de nuestras economías y nuestras vidas, es mucho más probable que las estrategias basadas en la seguridad de los recursos biológicos y la prosperidad de un planeta produzcan los resultados positivos que están en la mira de los encargados de adoptar decisiones.
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Ya se pueden derivar lecciones poderosas de nuestra experiencia colectiva de la pandemia mundial:
A estas alturas, hemos sido testigos de lo que es posible cuando la humanidad se une para buscar un resultado compartido. ¿Qué resultado compartido podría ser más importante que el éxito a largo plazo en nuestro planeta finito?
Este texto apareció originalmente en Earth Overshoot Day, puedes ver el original aquí.
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