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Esta asociación civil contribuye a la protección y conservación de ecosistemas marinos en Veracruz, México para generar una cultura sostenible.
El proyecto Kayám, que significa tortuga en Totonaca, nació en 2019, después de que su fundador, Fernando Ficachi, se diera cuenta de la creciente contaminación plástica que invadía el río Jamapa, que se encuentra en Veracruz.
“La idea original de todo el proyecto fue porque la mayoría de casas aquí en Veracruz están cerca del río, yo me iba a navegar y siempre veía el problema de cómo bajaban los plásticos. Platiqué con mi papá y le dije ‘hay que hacer algo'”, cuenta Fernando. “Durante 2017 tuve la oportunidad de ir a Londres y en el Río Támesis tenían un sistema de jaulas flotantes que, de igual forma, atrapaba basura”.
Con esta iniciativa, Francisco pensó en replicarla en México, específicamente para recoger la basura que se acumulaba en el río, por lo que en 2019 junto con su equipo lograron diseñar su primera jaula flotante e instalarla el 24 de septiembre del 2020 en el cauce del río Jamapa, una zona estratégica donde los desechos suelen desembocar.
Es así como Kayám comenzó con su primer proyecto, siempre con el enfoque de contribuir a la protección y conservación de los ecosistemas marinos y al mismo tiempo, generar una cultura de cuidado y respeto por el medio ambiente y sus recursos naturales.
Al poco tiempo, el equipo se fue expandiendo a través de alianzas con otras fundaciones e instituciones con el mismo enfoque medioambiental.
“Para la limpieza de la jaula nos hemos aliado con la fundación + Decididos, las Guías de México, el equipo de Rivers Alive y con la Universidad Veracruzana. Cada uno de ellos va un día distinto a limpiar la basura que es capturada por la jaula”.
Mientras más crecía el proyecto, a Fernando se le ocurrían más ideas de cómo Kayám podría hacer la diferencia y comenzar más acciones climáticas en torno a su enfoque de cuidado a los ecosistemas marinos, por lo que hasta la fecha, han dividido su labor en cinco ejes:
La colocación de jaulas flotantes, como se mencionó anteriormente, es el primer proyecto en el que la asociación ha trabajado, en el que esperan próximamente instalar más de estas en los ríos para disminuir los desechos en el mar.
Fernando cuenta que la jaula actual se llena diariamente, tiene un peso de 2.5 toneladas y un tamaño de 25 metros cuadrados. Hasta la fecha han logrado reunir aproximadamente hasta 393 kilos de basura, los cuales son clasificados y vendidos a sus respectivas recicladoras.
Otro de los ejes son las brigadas de limpieza en las playas. “Decidimos iniciar a principios de 2020, lo estamos organizando el último sábado de cada mes”, cuenta Fernando. “La verdad no sabíamos como se iba trabajar, hoy nos ha ido muy bien, no tanto por la basura, sino por la comunidad que se está haciendo”.
Gracias a la respuesta positiva de estas brigadas, ya son 8 fundaciones las que se han unido a este proyecto, reuniendo su propia gente quienes en total forman grupos de 30 a 40 voluntarios. Hasta la fecha han logrado recaudar 1,756 kilos de basura.
El tercer eje es un programa empresarial llamado “Reciclando para ayudar”, el cual consiste en colocar contenedores de metal donde las empresas que desean participar, pueden depositar sus plásticos reciclables, cumpliendo con su compromiso ambiental.
Otra acción importante es que con la recaudación de PET y plásticos reciclables de las brigadas de limpieza, la jaula y el programa empresarial, estos desechos son vendidos y los fondos son donados a la escuela de Educación Especializada Laudel. “Ya van como 20 mil pesos mexicanos que donamos, lo veo como un ciclo para ayudar a otra fundación”, explica Fernando.
El cuarto y quinto eje son proyectos actualmente en desarrollo y dedicados a los océanos. Uno trata de lanzar el Museo Subacuático Kayám, MUKA, el cual funcionará como un arrecife artificial en el sistema arrecifal veracruzano, mientras que el otro consiste en la plantación de corales en arrecifes, los cuales también servirán para surtir al museo.
“Mi idea original era plantar corales, me acerco a las autoridades de Veracruz, con el Parque Nacional de Sistema Arrecifal Veracruzano, que depende de la Conanp (es la comisión nacional de áreas naturales protegidas)”, cuenta Fernando. “La idea es hacer un museo subacuático que represente la ciudad del Tajín, que es de origen Totonaca, construir pirámides de 3 o 4 mt, colocarlas bajo agua y que en un lapso de cinco años se conviertan en un verdadero arrecife artificial donde prolifere la flora y fauna marina”.
Paralelamente, se espera abrir un vivero de corales para que estos puedan ser criados en un ambiente seguro y luego puedan ser replantados en las pirámides o arrecifes nativos de la zona.
Gracias a la respuesta positiva de los proyectos de Kayám, se ha logrado reunir un gran número de voluntarios de las fundaciones y empresas aliadas, desde estudiantes universitarios hasta adultos que dedican su tiempo libre a colaborar con las limpiezas.
Es por eso que la asociación está a punto de lanzar su programa oficial de voluntariado, “Escuadrón Tortuga“, el cual busca que las personas que deseen ser parte del programa, puedan ser convocados de manera formal cada vez que se realicen este tipo de actividades.
“Es muy padre ver como la sociedad se empieza a involucrar en las actividades de la fundación ya que se esta creando una comunidad de voluntarios que de manera constante participan y regresan a las actividades que estamos llevando a cabo”, explica Fernando. “Y no solo es el hecho de regresar, sino que también de que se dan cuenta del problema ambiental y lo empiezan a hacer suyo para tomar acción”.
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