Descubre: tratados internacionales por el medio ambiente
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- Escrito por Mónica Gálvez - Foto Karwai Tang/ UK Government/Flickr
Existen muchas formas de hacer acción climática, desde las acciones por nuestra parte como ciudadanos, hasta las de gran escala por parte de nuestros gobiernos. Este último tipo de acción es de vital importancia para frenar el cambio climático a tiempo, pero ¿cómo sabemos si cada país hace lo suficiente?
Para eso funcionan los tratados, convenios y pactos internacionales, los cuales miden la acción climática de cada país, además de comprometerlos oficialmente para lograr sus objetivos climáticos de forma eficiente y en armonía con el resto de países.
Sabemos que el cambio climático está aquí y ataca a todo el mundo por igual, por lo que debemos actuar unidos. No se trata de un compromiso individual o una competencia como ocurre con otro tipo de problemáticas sociales y económicas. Los acuerdos ambientales buscan que cada país alcance su mayor potencial sostenible.
Aquí te presentamos algunos de los tratados internacionales más importantes a lo largo de la historia.
UNFCCC o CMNUCC
También conocida como COP, La Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático se fundó como una asociación destinada a tratar los problemas que tuvieran relación con el cambio climático. Después de que se dieran a conocer las primeras pruebas sobre el impacto negativo que los humanos estamos provocando en el medio ambiente, se aprobó la propuesta de proteger al planeta por medio de iniciativas que aseguraran un futuro seguro y sostenible.
De esta convención también nació el IPCC, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, una asociación de científicos dedicados a analizar la ciencia climática y así entender de mejor manera los riesgos que nos trae el cambio climático y cómo podemos resolverlos.
Desde 1995, cada año se reúnen representantes de más de 195 países para presentar y negociar propuestas sostenibles que cambien el sistema actual basado principalmente en la producción de combustibles fósiles. Su objetivo principal es estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero (GEI) y buscar soluciones viables basadas en los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) para evitar que la contaminación climática aumente hasta un punto sin retorno.
Podría decirse que este es uno de los tratados ambientales más importantes, pues de estas convenciones han nacido otras iniciativas y tratados mundiales y regionales que buscan resolver problemáticas climáticas más específicas que también contribuyen a la acción climática.
Acuerdo de París
Establecido durante la COP21 en Francia en 2015, el Acuerdo de París es de los tratados más conocidos a nivel mundial, y también es la base de muchas otras iniciativas internacionales.
Su objetivo es simple: limitar el calentamiento mundial por debajo de los 2°C y, si es posible, a 1.5°C.
Para lograr este objetivo se necesita una transformación total del sistema económico y social del mundo, un cambio en las políticas de cada país para alcanzar la neutralidad de carbono para antes de mediados de siglo. Además, el acuerdo busca aumentar la capacidad para hacer frente a los efectos del cambio climático, es decir, que los esfuerzos de cada país sean coherentes con su nivel de desarrollo y que reciban el apoyo necesario por parte de las naciones hermanas.
En cada COP, los países deben presentar los avances que han logrado con base a sus compromisos climáticos, si estos no han sido alcanzados, deberán presentar nuevas medidas que prometan una transición sostenible funcional para el país.
Protocolo de Montreal
El Protocolo de Montreal viene del Convenio de Viena para la protección de la capa de ozono, que busca reducir la producción y el consumo de sustancias contaminantes que la deterioran. Según el acuerdo, la capa de ozono podría recuperarse por completo para 2050.
Gracias a su efectividad, todos los países miembros de las Naciones Unidas han ratificado este protocolo, demostrando que las concentraciones atmosféricas se han estabilizado y reducido. Sin embargo, aún hace falta más esfuerzos y leyes que prohíban la emisión de gases que contribuyen al deterioro de la capa de ozono.
Hasta el momento, el protocolo de Montreal es el acuerdo ambiental más exitoso en el mundo. Según su última evaluación científica, se muestra una disminución en la presencia de sustancias que agotan el ozono y algunas señales de la recuperación del ozono estratosférico.
Protocolo de Kioto
Este acuerdo internacional nace de la CMNUCC y fue aprobado el 11 de diciembre de 1997, pero entró en vigor hasta 2005. Actualmente se han unido 192 países y tiene como objetivo disminuir los efectos del cambio climático que están acelerando el efecto invernadero en el planeta. Según el IPCC, si las emisiones GEI se mantienen al ritmo actual, esto causaría consecuencias irreparables en el clima durante el siglo XXI.
El protocolo también compromete a 36 países industrializados a limitar y reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero con metas individuales según su nivel de contaminación, es decir, dichos países deberán informar periódicamente sobre las medidas adoptadas para disminuir su impacto negativo en el ambiente.
El Protocolo de Kioto sostiene que estos países son los principales responsables de los niveles altos de emisiones GEI en la atmósfera, por lo que buscan una reducción media del 5% de emisiones en comparación con los niveles de 1990 en el quinquenio 2008-1012.
Además, el protocolo también tiene como objetivo ayudar a todos los países vinculados a adaptarse al cambio climático, por lo que facilita el desarrollo de iniciativas y tecnologías que pueden ayudar a facilitar dicha transición. Con base a este objetivo se inició un Fondo de Adaptación, el cual financia proyectos y programas de adaptación para los países en desarrollo.
Durante la COP18 en 2012 se acordó una extensión del protocolo de Kioto llamada la Enmienda de Doha, la cual sirvió como ratificación del segundo periodo en vigencia del Protocolo, el cual culminó hasta 2020. Posteriormente este acuerdo fue fusionado con el Acuerdo de París, el cual continúa en vigencia.
Acuerdo de Escazú
También conocido como el Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe. Este tratado fue firmado por 24 países de Latinoamérica y el Caribe comprometidos con la protección del medio ambiente. Actualmente, solo 12 países han ratificado el acuerdo: Antigua y Barbuda, Argentina, Bolivia, Ecuador, Guyana, México, Nicaragua, Panamá, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía y Uruguay.
Aunque el acuerdo fue adoptado en 2014, no fue hasta 2018 que fue firmado, uniéndose 10 países más a la lista de comprometidos (aún en proceso de ratificación). Al ser propiamente de la región latinoamericana, se considera de gran importancia su difusión, no solo por parte de los grandes líderes, sino de todos los ciudadanos para que estos ejerzan presión para su ratificación.
Su objetivo es garantizar la implementación plena y efectiva de los derechos de acceso a la información ambiental, así como la participación pública en los procesos de toma de decisiones sobre el medio ambiente y la justicia ambiental. Entre sus disposiciones está la perspectiva de género, un gobierno abierto y criterios de prioridad en su aplicación para los grupos más vulnerables, es decir, brindar voz y protección a los pueblos indígenas que, en su mayoría, también son los protectores de áreas de conservación clave para el ambiente.
Pacto de Glasgow
Es el tratado ambiental más reciente, creado durante la COP26 en 2021, su objetivo es convertir la década 2020-2030 en la década de acción y apoyo para el clima.
Entre los compromisos acordados durante la convención climática se incluye el refuerzo de las campañas de adaptación y resistencia al cambio climático, así como frenar las emisiones de gases efecto invernadero (GEI) y proporcionar la financiación necesaria. Más que un nuevo compromiso, es una reafirmación de los países comprometidos a cumplir sus objetivos climáticos, entre ellos el acuerdo de aportar $100 mil millones anuales por parte de los países desarrollados para sopesar los esfuerzos de adaptación climática en los países en desarrollo.
Otro logro importante durante este pacto fue la propuesta de reducir progresivamente la energía del carbón y demás servicios que requieren de combustibles fósiles. Además, todos los objetivos giran en torno a la meta en pie del Acuerdo de París, sobre limitar la temperatura mundial a 1.5°C.