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El G7 de Medio Ambiente concluyó con una declaración unánime en la que figura una excepción de Estados Unidos, que no secunda el Acuerdo de París de 2015, aunque, afirma, seguirá reduciendo sus emisiones “de forma coherente a sus prioridades internas”.
La declaración fue firmada de forma unánime por las 7 potencias industriales, si bien en los puntos relativos al Acuerdo de París, Washington impuso que se anotara su excepción al pie de la página.
“Los ministros de Medio Ambiente de Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido y los comisarios europeos del ramo reafirman su fuerte compromiso para la pronta y efectiva implementación del Acuerdo de París”, según el comunicado.
Por separado, Estados Unidos aseguró que continuará con las acciones para reducir sus emisiones “junto a los socios internacionales en un modo coherente con sus prioridades internas, preservando una economía fuerte y un medio ambiente saludable”. Por esta razón, EE. UU., siguiendo el reciente anuncio del presidente Donald Trump sobre la retirada del Acuerdo de París, señaló su “no adhesión a estas secciones del comunicado sobre el clima y las Bancas Multilaterales de Desarrollo (MDB, en inglés)”.
El G7 de Medio Ambiente, celebrado en Bolonia (centro de Italia), ha evidenciado las divisiones de este grupo de países sobre el tema. De hecho, el encuentro ni siquiera ha contado con la presencia del director de la Agencia para la Protección del Medio Ambiente (EPA) de Estados Unidos, Scott Pruitt, quien solo participó el domingo en la sesión de apertura y posteriormente regresó a su país.
Los otros seis países del G7, además de reafirmar su decisión de continuar con el Acuerdo de París sobre cambio climático, dieron las gracias por “el continuado apoyo” que el documento “ha recibido de otros países y otros actores de todo el mundo”.
En otro punto de la declaración conjunta, el G7, sin Washington, considera que las MDB “juegan un rol importante en el impulso de inversiones sostenibles para aplicar la Agenda 2030 (de Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible) y el Acuerdo de París”. Señaló que, al mismo tiempo, “deben darse mayores pasos para alinear su apoyo financiero con la ruta que conduce a la aplicación del Acuerdo de París y abstenerse de invertir” en carbón.
El ministro italiano anfitrión del encuentro, Gian Luca Galletti, dijo en rueda de prensa que este “G7 podía ser el de la ruptura y finalmente ha sido el del diálogo” y subrayó que para seis de sus siete miembros “el Acuerdo de París sobre el Clima es irreversible y no negociable”. Galletti subrayó que se ha trabajado “para construir puentes” y vaticinó en el futuro un “diálogo con Estados Unidos” sobre esta cuestión.
En el documento, el G7 animó a “explorar los beneficios de una alineación de los sistemas fiscales de los países con metas medioambientales” y aplaudió la decisión tomada en 2016 en la cumbre de Ise-Shima (Japón) para la eliminación de los “ineficaces” subsidios a los combustibles fósiles.
El G7 de Bolonia dedicó uno de los apartados de su declaración a África, al reconocer “el impacto del cambio climático y la degradación medioambiental” en la producción agrícola, en la seguridad alimentaria, en la disponibilidad del agua y en el crecimiento económico de la región. Recordó también el “activo compromiso” que se mantiene con los países africanos en la promoción de la igualdad de género y en la cooperación para el desarrollo.
Este texto apareció originalmente en EfeVerde, puedes encontrar el original aquí. |
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