Suscríbete
José A. Rivera, campesino de la costa sureste de Puerto Rico, se encontraba en medio de su granja de plátanos que fue aplastada por el huracán María, estaba tratando de contar el costo de todo lo que se perdió. “¿Cómo se calcula todo esto?”, dijo.
Por lo que él podía ver, cada uno de sus 14,000 árboles estaba tirado en el suelo. Lo mismo para los cultivos de ñame (camote) y pimiento dulce (chile pimiento). Su vecino, Luis A. Pinto Cruz calcula que tiene alrededor de $300,000 en cultivos. Félix Ortiz Delgado, pasó una tarde recogiendo restos en su granja. Encontró una docena de espigas secas de maíz para alimentar a los pollos. El viento se llevó el resto.
“No habrá comida en Puerto Rico”, predijo Rivera. “No hay más agricultura en Puerto Rico. No habrá por un año o más”.
La fuerza y la furia del huracán María dejó a una rica región agrícola en una sequía post apocalíptica. En cuestión de horas, el huracán aniquiló el 80% del valor de las cosechas en Puerto Rico, convirtiéndose en una de las tormentas más costosas, dijo Carlos Flores Ortega, secretario del Departamento de Agricultura de Puerto Rico.
Al otro lado de la isla, plantaciones enteras, granjas basadas en producción de leche y gallineros industriales fueron destruidos. Los cultivos de plátano, banano y café fueron los más afectados, dijo Flores. Los deslizamientos de tierra en el interior montañoso de la isla eliminaron muchos caminos, una parte importante de la infraestructura agrícola.
La isla sufrió una pérdida de $780 millones en rendimientos agrícolas, según cifras preliminares del departamento. El huracán Georges en 1998 aniquiló alrededor del 65% de los cultivos y el huracán Irma, causó una pérdida de $45 millones en producción agrícola.
Durante más de 400 años, la economía de Puerto Rico se basó en la agricultura, centrada históricamente en la caña de azúcar, el tabaco y los cítricos. Después de la Segunda Guerra Mundial la economía se industrializó, llevando a la caída de la producción agrícola. En los últimos años, en parte debido a la recesión económica de la isla, la gente volvió a los campos. La industria está pasando por un pequeño renacimiento, creciendo entre 3% y 5% anualmente en los últimos seis años, dijo Flores.
Puerto Rico ya importa cerca del 85% de sus alimentos y ahora sus importaciones de alimentos aumentarán drásticamente debido a las pérdidas causadas por María. Los productos básicos locales que abastecían los supermercados, comedores escolares e incluso Walmart, se han ido.
“A veces, cuando hay escasez, el precio del plátano sube de $1 a $1.25. Esta vez, no habrá ningún aumento de precios; no habrá ningún producto”, dijo Rivera. “Cuando oí al meteorólogo decir que la tormenta se convirtió en categoría cuatro, pensé: ‘La agricultura en Puerto Rico ha terminado’. Esto realmente es una catástrofe”.
Señaló que otras islas que exportan alimentos a Puerto Rico, como República Dominicana, Dominica y San Martín, también fueron golpeadas y que el suministro de alimentos podría ser aún más precario si los otros proveedores de la isla también se vieron afectados.
“No habrá ‘gandules’ en Navidad este año”, dijo Ortiz, refiriéndose a un plato local favorito usualmente servido como una combinación de arroz, garbanzos y cerdo llamado ‘arroz con gandules’. “Incluso si plantamos ahora, no estarán listos”.
“Nunca he visto pérdidas como éstas en ninguno de mis 80 años”, dijo mientras se paraba en una ribera, contando el número de cocoteros que cayeron. Podría ganar $100 al mes por cada uno de ellos. “Esas palmeras tardan unos 10 años en crecer”, dijo. “Para entonces ya estaré muerto”. “¿Sabes lo que es ver el lugar, donde te ganas el pan de cada día, destruido?”
Efraín M. Robles Menéndez, un granjero lechero, dijo que no sólo había daños importantes en la infraestructura necesaria para mantener el negocio, sino que también se cortó la cadena de suministro. Con los almacenes cerrados y sin energía, los camiones de la lechería no han venido. “He tirado 4,000 litros de leche al día”, dijo.
Algunos ven el potencial para que algo positivo brote de un desastre. Funcionarios agrícolas esperan que ésta sea la oportunidad de la isla para modernizar su industria agrícola anticuada.
“La agricultura es el sector más vulnerable a los desastres naturales”, dijo Flores. “Pero también es la que puede tener la recuperación más rápida, y será la gran sorpresa en la economía puertorriqueña, porque volveremos más fuertes que antes”.
Flores dijo que gran parte de la agricultura tradicional había dependido de las prácticas energéticamente ineficientes, desperdiciando demasiada agua y produciendo grandes cantidades de desechos. Los fondos federales que ayudarán a los agricultores a reconstruir la infraestructura dañada por el huracán presentarán una oportunidad para mejorar la industria, comentó.
“Ahora es el momento, porque estamos empezando desde cero. Tal vez no se había hecho antes porque no había manera de financiarlo. Esta vez vamos a reconstruir lo mejor posible”.
Puerto Rico actualmente importa alrededor del 85% de los alimentos que consume y exporta sólo el 15% de lo que produce, según el gobierno. Puerto Rico podría atender una creciente demanda de alimentos orgánicos en los Estados Unidos, dijo Eduardo Bhatia Gautier, senador local. Él estimó que podría tomar por lo menos un año para que la industria vuelva a funcionar, ya que el suelo debe recuperarse y los agricultores deben replantar árboles.
Explora futuroverde.org y aprende más sobre el cambio climático. Un cambio tan pequeño como 2 grados puede ser catastrófico.
Nuestros hermanos caribeños necesitan nuestra ayuda inmediata – considera una pequeña donación, toda ayuda sirve y tu contribución empieza ahora mismo:
Este texto apareció originalmente en The New York Times, puedes encontrar el original en inglés aquí.
Suscríbete a nuestro boletín
Lo más importante en tu buzón cada semana