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Venecia ha sido conocida durante mucho tiempo por sus inundaciones perennes, pero ahora enfrenta el problema opuesto: un largo tramo de mareas atípicamente bajas ha dejado a la antigua ciudad con poca agua y canales secos, haciendo que muchas de sus famosas vías fluviales no sean navegables para las icónicas góndolas y otros barcos que surcan sus cursos de agua.
Si bien los problemas de agua de Venecia se atribuyen a un sistema climático de alta presión que ha persistido durante semanas en Europa occidental, se producen cuando los grupos ambientalistas advierten que los Alpes han recibido menos de la mitad de sus nevadas normales este invierno, lo que genera preocupación Italia podría enfrentar otro verano de ríos secos.
Las imágenes de la ciudad de la laguna muestran algunos canales reducidos a pozos fangosos, con espectadores asombrados en lo alto de los puentes.
La asociación ecologista italiana Legambiente hizo sonar la alarma a principios de esta semana, advirtiendo que los Alpes italianos están acumulando actualmente alrededor de un 53% menos de nieve en comparación con el promedio de los últimos 10 años. Eso es preocupante, ya que la nieve es una fuente importante de agua en la primavera y el verano, cuando se derrite y fluye río abajo para ayudar a garantizar el suministro de agua en los meses en que más se necesita.
La nieve alpina es la reserva de agua más importante de Italia. El agua de deshielo abastece la cuenca del río Po, que atraviesa la región más poblada de Italia y la más productiva desde el punto de vista agrícola.
El Po, el río más largo de Italia, corre desde los Alpes en el noroeste hasta el mar Adriático, pero actualmente tiene un 61% menos de agua de lo normal en esta época del año, agregó Legambiente.
A nivel nacional, el déficit de nieve se sitúa en torno al 45%, según el grupo.
El pasado mes de julio, Italia sufrió su peor sequía en 70 años y declaró el estado de emergencia para las zonas aledañas al Po.
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Durante más de dos semanas, un sistema meteorológico anticiclón en Europa occidental ha traído temperaturas suaves más típicas de finales de primavera que de mediados de febrero.
Venecia es conocida por sus inundaciones periódicas, llamadas “aqua alta”, o aguas altas, provocadas por las mareas que suben y bajan.
Las inundaciones extremas pueden sumergir por completo los negocios, las casas y los caminos de la planta baja, lo que hace imposible caminar por los callejones de la ciudad. Las inundaciones pueden incluso hacer que los niveles del agua sean demasiado altos para que los barcos pasen por debajo de los puentes.
Pero los mismos cambios de marea también pueden producir “acqua bassa”, o bajamar, como lo han hecho ahora. Los científicos ambientales advierten que el cambio climático ha exacerbado los casos de marea alta y baja.
El nivel extremadamente bajo del agua también puede causar daños graves. La ciudad está respaldada por millones de torres de alta tensión de madera y ladrillo que, mientras permanecen cubiertas por el agua, están protegidas del poder corrosivo del oxígeno.
Los eventos extremos de aguas bajas eliminan esa protección y podrían provocar daños estructurales graves.
Este texto apareció originalmente en CBS, puedes ver el original en inglés aquí.
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