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La exuberancia de la tierra fue causada, al menos en parte, por la abundancia de CO2, que las plantas utilizan para la fotosíntesis. Eso ha llevado a la idea de que más CO2 en la atmósfera podría crear un planeta literalmente más verde.
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Hoy en día, las plantas y el suelo de todo el mundo absorben aproximadamente una cuarta parte de los gases de efecto invernadero que los humanos liberan a la atmósfera, ayudando a la Tierra a evitar algunos de los peores efectos del cambio climático.
En una situación ideal, a medida que aumentan los niveles de dióxido de carbono, las plantas absorberían más de estas emisiones, ayudando a impulsar su crecimiento.
Pero en un estudio publicado en la revista Nature, los investigadores encontraron que bajo un clima más cálido, en lugar de absorber más emisiones de gases de efecto invernadero, las plantas y el suelo pueden comenzar a absorber menos, acelerando la tasa de cambio.
“Tenemos esta imagen del planeta que se está volviendo muy, muy verde a medida que avanzamos hacia el futuro”, dijo Pierre Gentine, profesor del Departamento de Ingeniería de la Tierra y del Medio Ambiente de la Universidad de Columbia y autor del estudio. “Pero puede ser lo contrario”.
Es bien sabido entre los investigadores del clima que las concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono aumentan durante los años secos, una señal de que la tierra está absorbiendo menos emisiones.
Cuando el suelo está seco, las plantas están estresadas y no pueden absorber tanto CO2 para realizar la fotosíntesis. Al mismo tiempo, debido a que las condiciones secas suelen ir acompañadas de temperaturas cálidas, los microorganismos en el suelo, que son más productivos cuando hace calor, liberan más CO2.
A medida que cambia el clima, los científicos saben que habrá más años de clima extremo. Eso significa que las sequías extremas, seguidas por años de lluvias más fuertes que las normales, serán más probables. El Dr. Gentine y sus colegas se preguntaron si esas condiciones se equilibrarían.
Para comprobarlo, ejecutaron cuatro simulaciones de clima diferentes y utilizaron observaciones satelitales que esencialmente les permitieron observar la fotosíntesis desde el espacio. El objetivo era ver el impacto que la humedad del suelo tenía en la capacidad de la Tierra para absorber las emisiones de gases de efecto invernadero.
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Aunque las plantas y el suelo podrían absorber más CO2 durante los años más húmedos, no compensaron su capacidad reducida para absorber el CO2 en los años en que el suelo estaba seco.
“Básicamente, la captación de carbono no es un juego de suma cero”, dijo el Dr. Gentine. Los investigadores encontraron que incluso cuando un año de sequía es seguido por un año tan húmedo como el anterior estaba seco, no es suficiente para compensar el año seco.
Los científicos ya están comenzando a ver más de este tipo de balancines climáticos. A medida que ocurran, reforzarán el calentamiento global, sugiere la nueva investigación.
Caitlin E. Hicks Pries, profesora asistente de ciencias biológicas en Dartmouth College que no participó en el estudio, dijo que el estudio era “una llamada de atención para los científicos del cambio climático como yo para priorizar las respuestas a la humedad en nuestros experimentos y observaciones de los ecosistemas terrestres”.
Este texto apareció originalmente en The New York Times, puedes encontrar el original aquí.
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