Olas de calor: asesino silencioso que cobra víctimas en todo el mundo
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- Traducido por Mónica Morales - Fuente Thomson Reuters Foundation - Foto por Anadolu Agency via Getty Images
El huracán Harvey dejó unos $150,000 millones en daños y 60 víctimas en Texas (Estados Unidos). Dos semanas después, el huracán Irma llegó a Florida (EE. UU.), ocasionando aún más daño; al igual que en varias islas del Caribe.
Estas tormentas no son los desastres más mortíferos de 2017 en Estados Unidos. En su lugar, el título le pertenece a un asesino invisible: el aumento de las temperaturas.
Durante los últimos 30 años, el creciente calor de verano ha cobrado más vidas estadounidenses que las inundaciones, los tornados o los huracanes, según el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos. Y el problema no se ha limitado a los Estados Unidos. Más de 35,000 personas murieron durante una ola de calor europea en 2003 y decenas de miles murieron en Rusia en 2010. La amenaza es particularmente grave en áreas desde el sur de Asia hasta el Golfo, y se ha relacionado con un aumento de la migración de personas del sector rural de Pakistán.
Pero los expertos dicen que el calor sigue siendo subestimado como una amenaza por los gobiernos, agencias de ayuda y personas. Esto se da porque es un desastre invisible, difícil de documentar y porque el clima caliente no es una amenaza seria para ellos.
Ciudades calurosas
“En Australia, las olas de calor matan a más personas que cualquier otro desastre natural, pero nadie se da cuenta de la destrucción que pueden causar.” La actitud es: “está caliente, aguántese y siga adelante”.
En todo el mundo, el calor es un desastre poco entendido, en parte porque pocas de las muertes que produce son directamente atribuidas a las olas de calor. Las víctimas, muchas de ellas ancianas o muy jóvenes, pobres o ya no tan saludables, mueren a menudo en casa; no sólo por un golpe de calor, sino por problemas de salud agravados por el calor y la deshidratación.
En la India, por ejemplo, un importante factor de riesgo para las mujeres (que mueren de calor mucho más a menudo que los hombres según los investigadores) es la falta de un inodoro en el interior de su hogar. Para evitar la vergüenza o el acoso, muchas mujeres se abstienen de beber agua durante el día para limitar sus viajes al baño; una estrategia potencialmente letal durante las olas de calor.
Para encontrar la verdadera tasa de muertes durante las olas de calor, los funcionarios de salud consideran el “exceso” de muertes (cuántas personas más murieron, de las que se esperaría durante ese período).
En los lugares que se utiliza para hacerle frente a las condiciones cálidas, hay una “falla de diagnóstico” en el reconocimiento de los riesgos de calor extremo, señaló Eric Klinenberg, un sociólogo estadounidense y experto en una ola de calor mortal de Chicago (EE. UU.) 1995.
Con más de la mitad de la población mundial viviendo en las ciudades y dos tercios de las personas que se espera que vivan en ellas en 2050, encontrar maneras de reducir el calor urbano será crucial para salvar vidas a medida que el cambio climático altere el calor.
Prevención
En Nueva York (Estados Unidos) las autoridades están pintando los techos de color blanco para reflejar más calor y así los habitantes estén más frescos. Están plantando más árboles y preparando hospitales para hacerle frente a más ataques de calor y otros problemas de salud cuando las temperaturas se disparen.
Un plan pionero de acción contra el calor en Ahmedabad (India), activa automáticamente las entregas de agua a las zonas de los barrios marginales cuando las temperaturas alcanzan niveles peligrosos. Los gobiernos están experimentando con la ‘siembra de nubes’ para tener lluvia refrescante. Algunos científicos ya están discutiendo sobre la “geoingeniería”, que se coloquen protectores solares en el espacio o partículas de azufre en la atmósfera para reflejar el calor del sol.
China está tratando de crear “ciudades esponjosas” con abundantes árboles y áreas verdes que pueden absorber fuertes lluvias y luego evaporar gradualmente la humedad de vuelta al aire.
Energía para todos
En la mayoría de los lugares cálidos, se aconseja a las personas que permanezcan en casa durante los días sofocantes, que beban más agua, usen ropa fresca y eviten la actividad extenuante. Pero esto no se puede cumplir si hay trabajo por hacer y plazos que cumplir.
En las zonas rurales, así como en muchas zonas urbanas, la falta de acceso a la electricidad puede ser uno de los mayores riesgos durante las olas de calor. Solo en India, 300 millones de personas no tienen acceso, no pueden ni encender un ventilador.
“La mejor manera de mitigar (las muertes por calor) es conseguir electricidad” para utilizar ventiladores o aire acondicionado, dijo Steven J. Davis, profesor de ciencia del sistema terrestre de la Universidad de California, Irvine (EE. UU.), y uno de los autores de un informe de 2017 que predijo un aumento en el riesgo de muertes generalizadas durante las olas de calor en la India.
Los expertos dicen que los esfuerzos globales, como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, para brindarles acceso a electricidad a quienes no la tienen, podrían desempeñar un papel significativo en la reducción de las muertes por calor. Pero si la acción para mitigar el cambio climático no es suficiente, las olas de calor pueden dañar las redes eléctricas y dejarlos a todos por igual, sin la oportunidad de refrescarse, advierten.
Pérdidas y pocas ganancias
En muchas comunidades pobres, el calor mortal está impulsando a la innovación. En las favelas de Bhubaneswar (India), donde las temperaturas alcanzaron los 46.8°C las familias han aprendido a empapar sacos de yute (planta herbácea tropical) en agua y colocarlos en sus techos de hojalata para enfriar el interior.
El calor intenso es un factor que contribuye a sequías más prolongadas y más intensas, a la escasez de agua que está destruyendo las cosechas y creando incendios forestales más severos. Temperaturas más altas pueden aumentar la producción de smog en las ciudades, prolongando la duración de alergias y otras afecciones que dañan a millones.
Y aunque el aumento de las temperaturas puede incrementar las cosechas en algunas partes del mundo, el calor extremo amenaza con reducir la producción agrícola en muchas áreas, particularmente de cultivos básicos como trigo, maíz, arroz y soya.
Ahora los pescadores encuentran diferentes especies en sus redes, muchas de ellas conducidas a nuevas aguas por el calentamiento de los océanos. Sólo los pescadores de Islandia han descubierto más de 30 nuevas especies en las últimas dos décadas, y otras han desaparecido.
Enfermedades
Investigadores de la Universidad de Stanford (Estados Unidos) encontraron que los mosquitos que propagan virus potencialmente mortales como el zika, prosperan mejor en climas más cálidos que los portadores de malaria. Esto significa que las tasas de malaria podrían caer en algunas partes del África subsahariana.
Sin embargo, las comunidades enfrentarán nuevas amenazas, incluso de enfermedades menos investigadas y con esfuerzos de erradicación financiados con menos recursos.
Migración
Las olas de calor también están planteando interrogantes sobre los límites de la capacidad de adaptación de la humanidad.
Christian Clot, un explorador francés-suizo, ha estado probando los límites de los humanos en condiciones extremas y ha descubierto que la habilidad para hacer prácticamente cualquier cosa, disminuye a medida que la persona se expone al calor extremo.
Un estudio de 2014 en Pakistán, encontró que el aumento del calor fue un fuerte impulsor de la migración de aldeas agrícolas en un período de 20 años.
Daños
También se agravan los incendios forestales, los cuales han quemado bosques de Los Ángeles (Estados Unidos), Italia y Canadá este año.
En el noreste de España, los agricultores asustados por el aumento del riesgo de incendio han movido los rebaños de cabras y ovejas a bosques cercanos para despejar el matorral, en un esfuerzo por reducir la posibilidad de incendios.
“El calor no es tomado en serio por los gobiernos como los huracanes o terremotos o inundaciones, creo que es porque muchos de nuestro sistema para proporcionar alivio y asistencia se basa en daños a la propiedad”, dijo el sociólogo estadounidense Klinenberg.
Los expertos afirman que la prepararse para cualquier complicación climática, se requerirá de una planificación y esfuerzos más amplios de construcción de resiliencia.
Como en Etiopía, la agencia World Vision ha ayudado a las comunidades rurales a recrear bosques talados para proporcionar sombra, retener más humedad en los campos y dar a los agricultores formas alternativas de ganar dinero cuando la sequía destruye los cultivos.
Problema clave
Uno de los problemas clave para conseguir que los planes de acción contra el calor extremo estén en marcha es la política que rodea al cambio climático.
A pesar de un acuerdo internacional para frenar el cambio climático alcanzado en París en 2015, los recortes en el uso de combustibles fósiles en todo el mundo aún no son lo suficientemente ambiciosos para cumplir con el objetivo del acuerdo de mantener el calentamiento a 1.5°C a 2°C por encima de los tiempos preindustriales. En cambio el mundo va en camino a un calentamiento de por lo menos 3°C a 4°C para el cambio de siglo, dicen los científicos.
Un análisis realizado por Climate Central, una organización sin fines de lucro de ciencia y medios de comunicación, encontró que en Houston (EE. UU.) para el 2030, probablemente se enfrentarán a “días peligrosamente calurosos”; cuando el calor y la humedad combinados hacen que las temperaturas se sientan como de 40°C, ciento diez días al año. (Miami podría tener 126 días así durante el año.)
“Veremos esto casi todos los veranos en los próximos 40 – 50 años. Necesitamos hacer algo al respecto” dijo Perkins-Kirkpatrick, experto australiano en calor.
Este texto apareció originalmente en Thomson Reuters Foundation, puedes encontrar el original en inglés aquí.