Suscríbete
Científicos han esbozado planes para construir una serie de proyectos de ingeniería en Groenlandia y la Antártida para ayudar a frenar la desintegración de los principales glaciares del planeta.
Las controversiales propuestas incluyen muros submarinos, islas artificiales y enormes estaciones de bombeo que canalizarían agua fría hacia las bases de los glaciares para evitar que se derritan y se deslicen hacia el mar.
Los investigadores dicen que el trabajo, que cuesta decenas de miles de millones de dólares, se necesita con urgencia para evitar que los glaciares polares se derritan y aumenten los niveles del mar. Eso llevaría a grandes inundaciones de áreas bajas y densamente pobladas, como partes de Bangladesh, Japón y Holanda.
Conoce más: Scott Barrett: “Ha llegado el momento de sacar el CO2 de la atmósfera”
Las inundaciones en estas áreas probablemente costarán decenas de billones de dólares al año si el calentamiento global continúa a su ritmo actual, y se necesitarán construir vastas defensas para limitar la devastación.
Dichos costos hacen que la ingeniería de glaciares en las regiones polares sea una alternativa competitiva, según el equipo, dirigido por John Moore, profesor de cambio climático de la Universidad de Laponia (Finlandia).
“Creemos que la geoingeniería de los glaciares podría retrasar el hecho de que gran parte del hielo de Groenlandia y la Antártida lleguen al mar durante siglos, lo que permite ganar tiempo para enfrentar el calentamiento global”, escribieron los científicos en la revista Nature.
“La geoingeniería de los glaciares ha recibido poca atención. La mayoría de las personas asume que es inviable y ambientalmente indeseable. No estamos de acuerdo”.
Te sugerimos: Aprovechando la geoingeniería para combatir la crisis en el Ártico
Las ideas presentadas por el grupo apuntan específicamente a las capas de hielo en Groenlandia y la Antártida, ya que estas contribuirán más al aumento del mar este siglo que cualquier otra fuente. Sus propuestas incluyen:
En cada caso, el equipo, que incluye científicos en Finlandia y los Estados Unidos, reconoció que los costos serían de miles de millones. La construcción también es probable que cause una interrupción considerable. Por ejemplo, construir una presa a través del fiordo de Jakobshavn podría afectar la ecología, la pesca y el turismo, y un gran número de trabajadores tendría que ser enviado para completar el proyecto.
Del mismo modo, construir islas artificiales frente a los glaciares significaría importar unos seis kilómetros cúbicos de material, una tarea que sería inmensamente difícil en las aguas tormentosas de la Antártida. Y la perforación a través de hielo de kilómetros de espesor para bombear agua enfriada también pondría a prueba las capacidades de los ingenieros.
Te podría interesar: Científicos quieren combatir el cambio climático con súper plantas
Sin embargo, el equipo insiste en que tales proyectos deberían evaluarse cuidadosamente ahora ya que los costos probables parecen ser compatibles con los de otras grandes obras de energía e ingeniería civil que se planifican en todo el mundo. El problema es simple, afirman: ¿deberíamos gastar grandes sumas para aislar todas las costas del mundo, o podemos abordar el problema en su origen?
“Los riesgos potenciales, especialmente para los ecosistemas locales, necesitan un análisis cuidadoso”, concluyeron. “En nuestra opinión, sin embargo, el mayor riesgo es no hacer nada”.
Este texto apareció originalmente en The Guardian, puedes encontrar el original en inglés aquí.
Suscríbete a nuestro boletín
Lo más importante en tu buzón cada semana