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La tormenta tropical Bud impactó contra la franja turística de Cabo San Lucas, en el estado mexicano de Baja California Sur, y las autoridades decretaron el cierre temporal de varias escuelas en el estado de Guerrero.
El noroeste de México estaba bajo un fuerte oleaje y lluvias intensas, informaron las autoridades de Protección Civil.
El centro del ciclón se localizó 50 kilómetros al sur de Cabo San Lucas y avanzó hacia Cabo San Lucas a una velocidad de 11 kilómetros por hora según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
Con vientos de 75 kilómetros por hora y rachas de hasta 95, un oleaje de hasta cuatro metros y lluvias de 150 litros por metro cuadrado, Bud afectó también las costas del estado de Sonora, en el noroeste de México.
En la zona turística de Cabo San Lucas habían al menos 21,000 turistas, según informó el Gobierno de Baja California en un comunicado, y en algunas zonas se presentaron avenidas de agua que cubrían algunas calles, pero no se informó de víctimas ni daños materiales.
Las autoridades de Protección Civil de Baja California Sur tomaron medidas previas al embate de Bud, entre ellas suspender las clases en las escuelas, restringir la navegación marítima y habilitar refugios.
El Gobierno estatal puso bajo vigilancia una amplia zona costera que comienza en Cabo San Lucas, en el sur, y que se extiende hasta San Evaristo, al norte de La Paz, la capital del estado.
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La navegación de embarcaciones menores en Cabo San Lucas fue suspendida y las autoridades del estado solicitaron a la población mantenerse atenta a los anuncios de Protección Civil.
“Cada ciclón tiene una experiencia diferente; depende de cómo se reciba”, señaló a Efeverde la empleada de un comercio durante los preparativos para el impacto de Bud, sobre el cual expresó que su mayor preocupación fue “dejar la familia en casa”.
El Gobierno estatal anunció en un comunicado que se activaron todos los protocolos para “atender a los 21,000 visitantes que se encontraban registrados al sur de la entidad, a fin de mantenerlos informados y seguros”.
El Gobierno local pidió a los habitantes evitar las “compras de pánico” de alimentos, víveres y combustibles, al asegurar que se tomaron las medidas para garantizar el abasto en las horas posteriores al paso del ciclón.
La Comisión Federal de Electricidad preparó los equipos y el material para que, en caso de ser necesario, se tomara la iniciativa de inmediato para mantener el suministro eléctrico en la zona, que tiene unos 85,000 habitantes.
Las bandas nubosas de Bud favorecieron tormentas de muy fuertes a intensas en Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Chihuahua, Durango, Nayarit y Jalisco, en la zona oeste y noroeste de México, así como oleaje elevado en costas de dos a cuatro metros en Baja California Sur, y de uno a tres metros en Sinaloa y Nayarit.
Las autoridades de Protección Civil decretaron varios niveles de alerta de acuerdo a la cercanía e intensidad del ciclón. En alerta verde (peligro bajo) se encontraban doce municipios del sur de Sonora; otros 38, en la parte central del estado, en fase azul (peligro mínimo), precisó Protección Civil del estado.
Las costas de Baja California Sur han sido afectadas por varios ciclones en los últimos cinco años; en 2014, el huracán Odile dejó dos muertos y daños por $224 millones, según las aseguradoras.
En 2016, la zona se vio tocada por el huracán Newton, que dejó cinco muertos, y en 2017 la tormenta tropical Lidia causó la muerte de siete personas.
Este texto apareció originalmente en EfeVerde, puedes encontrar el original aquí. |
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