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Cientos de científicos se han aliado la semana del 4 al 9 de abril para hacer actos de desobediencia civil no-violenta en 30 países por todo el mundo. ¿El objetivo? Que no solo se conozcan sus informes alarmantes sobre el futuro que nos espera si el calentamiento global aumenta sin prisa, pero sin pausa. Estos profesionales exigen que se pase por fin a la acción.
Es una invitación, por lo tanto, a la revolución climática porque no hay opción posible. Se trata de una alerta roja para la humanidad. Según se lee en sus pancartas: “Revolución climática o lo perderemos todo”. Los expertos llamarán a la huelga y a encierros en las universidades en una de las mayores campañas de desobediencia civil organizada por científicos.
No es la primera vez que los investigadores del clima se dedican más a actuar que a hablar. El 6 de noviembre del año pasado, Scientist Rebellion marcó un hito en la historia de la ciencia contemporánea. Por primera vez hubo un arresto masivo de expertos en crisis climática y ecológica. 21 de ellos fueron detenidos por haberse encadenado durante la COP26, en un acto que bloqueó un puente de Glasgow durante varias horas.
April 6th. Quito, Ecuador: a group of young scientists demand that the Ministry of the Environment resign from leading the Stockholm+50 event, a more prosperous and healthy world for all, or desist from trying to duplicate oil exploitation.#ScientistRebellion pic.twitter.com/b7Ux7vIyMM
— Scientist Rebellion (@ScientistRebel1) April 9, 2022
Estas semanas vuelven a la carga y a la movilización, coincidiendo con la publicación del informe IPCC AR6 WGIII, que ya fue filtrado por ellos mismos en agosto del año pasado. Invitan a quien quiera escucharlos a unirse a la causa echándose a las calles de cada ciudad porque, como se lee en su web, “nadie viene a salvarnos: solo una revolución climática podrá hacerlo.”
Puedes leer: IPCC: es ahora o nunca para limitar el calentamiento global
El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, les ha prestado la voz y la relevancia de su cargo para explicar en un vídeo la cascada de desgracias que se nos vienen encima en caso de no reaccionar pronto: ciudades costeras desaparecidas literalmente bajo las aguas, olas de calor sin precedentes, tormentas monstruosas, escasez global de agua, la extinción de un millón de especies animales y vegetales.
En la nota de prensa que ha difundido el colectivo, destacan las declaraciones del filósofo ecologista Jorge Riechmann: “Estamos viviendo una situación histórica absolutamente excepcional, en términos no ya de historia de nuestras universidades, nuestras ciudades o nuestros países; sino de historia de la especie humana y del planeta Tierra. Las perspectivas son de ecocidio, más genocidio, y nos hace falta una fuerte reacción social”. Riechmann fue uno de los detenidos en 2019 por participar en una acción de desobediencia civil en Madrid.
"Si tenemos que perder privilegios, salario o algún día en la cárcel, lo tendremos que perder" @FernandoVallada #RebelionCientifica #RebeliónCientíficaRadio3 pic.twitter.com/q6cPmDmAZu
— Rebelión Científica España (@EsRebelCientif) April 10, 2022
Más recientemente, en octubre del año pasado, más de veinte miembros de Scientist Rebellion y de Extinction Rebellion en España decidieron empapelar el Ministerio de Transición Ecológica con el último informe del IPCC y lanzaron pintura en el suelo a la entrada, a riesgo de ser detenidos. En el vídeo del evento se ve a una astrofísica, que se presenta como Elena, y confiesa que no le da miedo ser arrestada o multada. Terror le produce la idea del futuro hacia el que nos dirigimos.
Para Scientist Rebellion, la inacción política también en España nos aboca en el futuro al apocalipsis: la ley española sobre el Cambio Climático no es suficientemente ambiciosa y llega demasiado tarde. La Asamblea Ciudadana propuesta por el Gobierno no servirá para nada, según afirman, de la manera que ha sido planteada.
La comunidad científica lleva 30 años alertando de la tragedia sin provocar cambios notorios y han comprendido que ya no es suficiente tampoco investigar y comunicar. O la rebelión o la extinción total. Eso dicen.
Este texto apareció originalmente en El País, puedes ver el original aquí.
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